La modelo Hailey Bieber está viviendo una grandiosa etapa en su vida: el embarazo de su primer hijo. El pasado 9 de mayo, ella y Justin Bieber, le informaron al mundo la maravillosa noticia, que recibida con mucho cariño con millones de fans. La pareja, además de manifestar que serán pronto padres, también renovaron sus votos matrimoniales tras casarse en el 2019.
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Se especuló que tendrían gemelos, luego de que la madre de Justin le envió un mensaje al padre de Hailey, que fue mal interpretado por algunos internautas. Pattie Mallette le escribió a Stephen Baldwin: “¡Felicidades abuelo! Vamos a tener los nietos más lindos de todos”. Ante la palabra en plural “nietos”, muchísimos pensaron que serían más de bebé.
Pero, pronto aclaró todo: “No, no son gemelos, jajaja, ojalá”. Desde ese momento, la modelo de 27 años comenzó a compartir parte del crecimiento de su panza, que ha dejado al descubierto en más de una ocasión, lo que ha sido aplaudido por sus fanáticos. Ella estaría entrando al último trimestre de su embarazo.
La tarde de este miércoles 12 de junio, Hailey rompió el silencio sobre cómo ha sido su proceso de gestación y compartió que no lo ha vivido tan “color de rosa” como muchos quizás pensaban. A través de una historia en Instagram escribió: “Entonces, ¿quién me iba a contar sobre el dolor lumbar?”. Esto lo hizo sobre una imagen de ella sentada y mostrando su avanzado estado de gravidez.
Bieber se suma a las millones de mujeres sufren a medida que transcurren las semanas debido a todos los cambios fisiológicos radicales que experimenta el cuerpo en tan corto tiempo y afectan el desenvolvimiento en la rutina.
De acuerdo con el artículo “Dolor lumbar en el embarazo, aspectos fisiopatológicos y tratamiento”, publicado por la revista chilena de obstetricia y ginecología, “el dolor lumbar afecta a más del 50% de las mujeres embarazadas. (...) El embarazo, por su parte, constituye un factor de riesgo adicional para desarrollar dolor lumbar, dadas las modificaciones biomecánicas estructurales y del movimiento, hormonales y psicológicas.
Además, explicaron que este aparece en el segundo trimestre, siendo más frecuente cerca de las 22 semanas. En relación con el tratamiento “se basa en intervenciones no farmacológicas como ejercicio y terapia física, pero pueden utilizarse algunos medicamentos e intervenciones en dolor según su riesgo-beneficio materno y fetal”.
