Los astronautas Butch Wilmore, de 61 años, y Sunita Williams, de 59 años, llevan cinco meses varados en la Estación Espacial Internacional (ISS). Durante este tiempo, su dieta ha incluido pizza, pollo asado e incluso cócteles de camarones, según informó The Post. Aunque la ausencia de alimentos frescos es inevitable, la NASA ha garantizado que la salud de los astronautas no se vea comprometida.
En la ISS, la alimentación está cuidadosamente diseñada para satisfacer las necesidades calóricas y nutricionales diarias de cada astronauta. La estación almacena aproximadamente 3,8 libras de comida por día por astronauta, con reservas adicionales para cubrir extensiones imprevistas de las misiones.
Se espera que los astronautas retornen a la Tierr en febrero
Los alimentos suelen estar liofilizados o envasados y pueden recalentarse utilizando un calentador de alimentos a bordo. Sopas y guisos deshidratados se reconstituyen con agua del tanque de 530 galones de la estación, mientras que carnes y huevos se cocinan previamente en la Tierra.
Aunque el monitoreo médico ha revelado que los astronautas han mantenido su peso y salud, los especialistas destacan que no se han enfrentado a carencias alimenticias. “Debe quedar claro que la pérdida de peso no se debe a la falta de provisiones en la ISS. Hay comida de sobra, incluso para una misión prolongada”, afirmó un especialista vinculado a la misión Starliner.
Los médicos de la NASA siguen de cerca la salud de Wilmore y Williams, asegurándose de que ingieran suficientes calorías y nutrientes para preservar su bienestar. Se espera que un vuelo de SpaceX los regrese a la Tierra en febrero, poniendo fin a esta prolongada estadía en el espacio.
Este episodio demuestra que, a pesar de las dificultades logísticas y la falta de alimentos frescos, la tecnología y planificación de la NASA han garantizado la seguridad y nutrición de los astronautas, incluso en situaciones inesperadas.