El príncipe Andrew no se unirá a la familia real en Sandringham para celebrar la Navidad este año, en medio de controversias relacionadas con su conexión con un supuesto espía chino. La polémica surge tras revelarse que Yang Tengbo, un antiguo confidente cercano del duque de York, ha sido vetado de ingresar al Reino Unido debido a acusaciones de actividades encubiertas y engañosas.
Yang, un empresario chino, habría aprovechado su relación con el príncipe para obtener invitaciones a eventos en el Palacio de Buckingham, según informes recientes. Estas revelaciones llevaron a que Andrew fuese desinvitado de un almuerzo navideño en el Palacio y se le recomendara no asistir a Sandringham durante las festividades. Mientras tanto, las princesas Beatriz y Eugenia, hijas del duque, ya tenían planeado pasar la Navidad con las familias de sus esposos.
En una declaración emitida el lunes, Yang negó rotundamente las acusaciones de espionaje, calificándolas de “completamente falsas”. Por su parte, Andrew aseguró el viernes que había terminado toda relación con el empresario tras recibir “consejo” de funcionarios, subrayando que nunca discutieron temas sensibles.
Esta decisión marca un giro significativo en las tradiciones navideñas del duque de York, quien ha asistido a las reuniones familiares en Sandringham en los últimos años, excepto en 2021, cuando la difunta reina optó por quedarse en Windsor debido a la pandemia. En 2019, Andrew también estuvo presente, poco después de retirarse de la vida pública tras la polémica por su relación con Jeffrey Epstein.
El caso subraya las tensiones que rodean al príncipe Andrew en su intento de mantenerse al margen de nuevas controversias, mientras la familia real enfrenta la atención mediática en una época tradicionalmente reservada para la unión y las celebraciones privadas.