Daddy Yankee no contuvo llorar al conceder una entrevista en la que contó sobre su vida desde su niñez y cómo vivió distintas etapas. El cantante puertorriqueño se sinceró, hablando sobre sus miedos, ansiedades, pero también relató que Dios es quien le ha dado la paz y lo ha hecho sentir feliz.
“Cumplí mi sueño pero yo me sentía solo dentro de la multitud y sufría de mucha ansiedad en silencio… Me sentía completamente solo, nadie entendía mis luchas. Yo tenía un niño interior que sanar. … Tenía el problema con mis hermanos, con mis padres, especialmente con mi papá, y eso me trabajaba mucho, era algo que el dinero no me podía llenar ni la fama, esa intranquilidad”, contó en el evento ‘Mejor hombre’, según publicó People en Español.
Sin embargo, detalló a pesar de su sentir tenía el amor de su esposa Mireddys González y de sus hijos. “Cuando voy criando a mis hijos y dándole de todo a mis hijos, lo que yo no pude tener, es que empiezan a nacer los traumas en mí, porque yo dije: ‘¿Por qué yo no tuve un padre así?’.... Vinimos de una familia disfuncional”.
Daddy Yankee y el poder del amor de Jesús
Daddy Yankee expresó que solo Jesús pudo ayudarlo a sanar. “Hoy por hoy, gracias al poder de Jesús y sus enseñanzas, pude entender que a través del perdón y la misericordia uno puede restaurar una familia. Hoy por hoy, mi papá sufre de cáncer, pero te pido decir con honestidad que soy yo su guardián y somos amigos”, expuso.
Confesó que aunque aceptó a Jesús en su corazón a los 19, después se apartó, pero el estar apartado, le ayudó a comprender con el pasar de los años, que estar en la iglesia, fue la etapa más feliz de su vida, ya que con la fama, entre otras cosas, solo vivía para trabajar.
“Quería tener privacidad para salir con mi persona como cualquier persona y no la tenía… Básicamente yo vivía para trabajar y el trabajo se convirtió en mi Dios y era lo más que amaba”.
“Los mejores años que viví de felicidad fue cuando yo estaba sirviendo en la iglesia… Fue lo que me trajo al camino, recordar que mi Padre tenía todo para devolverme ese amor que había perdido… Cumplí mis sueños, pero comprendí que no hay sueño cumplido si no tienes a Dios como capitán”, expresó sobre Jesús como Dios y Único Señor.