Luego de que la policía intervino para sacar a la conductora Wendy Williams, del centro de vida asistida de Nueva York, en donde se encontraba, ella aseguró que pasó “con éxito” las pruebas psicológicas que le hicieron fuera de este recinto.
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Las autoridades intervinieron en el sitio este lunes para atender al llamado de auxilio que la afamada presentadora, de 60 años, dejó escrito en un papel, que dejó caer de su habitación en el quinto piso de este sitio, donde según denuncias, estaba confinada.
Los policías llevaron a Williams a otro sitio donde le hicieron evaluaciones médicas, ya que ella ha denunciado que no confía en los exámenes que le hacen en el lugar. Como se recordará, la conductora está bajo una tutela desde mayo de 2022 y como su guardiana quedó designada Sabrina Morrissey, quien está a cargo de sus finanzas y salud.
“Pasé con gran éxito”, dijo Wendy Williams sobre su evaluación psicológica. Sus palabras fueron durante la mañana de este martes en entrevista con la presentadora Rosanna Scotto, reseñó Page Six.
La también actriz y escritora, reiteró que no confía en los exámenes médicos del centro donde estaba, por lo que quería que se los hicieran en otro lugar.
Indicó que todo su dinero está a cargo de su guardiana y que está dispuesta a que otra persona “cuide” sus finanzas.
Junto con una amiga, se mostró dispuesta a presentar los resultados de las nuevas pruebas ante el juez. “Estaría muy decepcionada y muy preocupada si el juez tiene un problema con esas pruebas”, dijo su amiga.
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Wendy Williams y las alarmas por su confinamiento
En febrero pasado, TMZ publicó el documental ‘TMZ Presents: Saving Wendy’, en el que Wendy Williams habló telefónicamente con Harvey Levin.
Según Levin, ella estaba confinada en el quinto piso de un centro de vida asistida en Nueva York, de donde no podía salir sin permiso del personal. Contó que las visitas son muy restringidas, no podía recibir llamadas telefónicas, ni tenía acceso a Internet, comía en su habitación porque sentía que era deprimente salir y ver tantas personas de hasta 90 años, muy enfermas.
La reclusión y la tutela de la conductora se mantenía a pesar de que gente cercana a ella, aseguraba que su estado mental mejoró tras haber logrado la sobriedad. Siempre pidieron una reevaluación médica.