Como una forma de desahogo, un joven empleado de un Starbucks de Estados Unidos confesó no poder más tras cumplir jornadas de trabajo de 8 horas.
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El chico describió que debe atender a multitud de clientes desde que abre hasta que cierra la tienda y que con poco personal no puede aguantar la enorme carga que significa su trabajo.
Aunque el muchacho literalmente se ahoga en lágrimas como un niño para describir las duras condiciones de su empleo, muchos han tomado el clip como una muestra de debilidad.
¿Bienvenido al mundo real?
“Llevo tres horas y media en mi turno. Hay tantos clientes y tenemos cuatro personas en el piso todo el día”, explicaba el empleado. También agregó que sus jefes no están preocupados por el negocio”, citó Milenio.
En el video, el chico aparece en primer plano hablando a la cámara, como intentando desahogarse de la enorme presión que no sabe manejar. El video ha sido publicado en diferentes redes sociales y en Twitter alcanza más de 11 millones de reproducciones.
Hasta el momento los gerentes de la franquicia no se han pronunciado sobre este caso y tampoco se ha generado alguna reacción oficial sobre las condiciones laborales de ciertos sectores de la economía en Estados Unidos.
A favor y en contra
Los comentarios han sido de todo tipo, pero muchos han deplorado el poco aguante que esta generación está manifestando sobre las realidades que les toca enfrentar, no en vano ya la conocen como la “generación de cristal”.
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Otros más comprensivos precisaron: “Se espera que un estudiante universitario de tiempo completo haga de 2 a 3 horas de tarea por cada hora de clase. Entonces, si este niño está en clase 15 horas a la semana, tiene 30 horas de tarea y luego 25 horas de trabajo, es una semana de 70 horas”; “Bienvenido a la vida real. Trabajo cinco diez y siempre espero un sábado ocho. Soy una madre soltera”, respondieron otros.
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