Por estos días que se ponen de moda las buenas acciones, los que quieren hacer daño la pasan muy mal, sobre todo cuando las redes sociales se encargan de hacer públicas sus malas obras.
Este es el caso de un sujeto que solicitó la elaboración de dos mil pasteles a una trabajadora de la repostería, y la señora que quedó con el pedido abandonado, ya que nunca lo retiró, tampoco pagó, citó Gastrolab.
Esto sucedió en Ciudad Victoria, capital del estado de Tamaulipas, en México, y la historia se hizo viral.
Lo denunció
La repostera Yadira Reyes fue quien recibió al engañoso pedido del cliente. Ella contó que ha estado haciendo un esfuerzo para llevar adelante su negocio de la pastelería, así que cuando le ordenaron los postres ella se alegró mucho por lo que significaba para su emprendimiento.
Sin embargo, pese a que ella y sus ayudantes se esmeraron en elaborar 2 mil bocadillos decorados y empacados, el hombre, a quien identificó como Jorge Zúñiga, nunca llegó por ellos.
“Estamos tratando de recuperar algo de la inversión”, escribió la experta en su cuenta de Facebook para intentar salvar la enorme cantidad de bocadillos que no fueron retirados a la hora acordada.
Ella dijo que Zúñiga fue el sujeto que acudió a ordenar los pasteles, además, pudo conseguir su fotografía y la publicó con el objetivo de hacer justicia por el mal momento que le hizo pasar.
Lo vendió todo
Para atenuar el mal rato, Yadira lanzó una oferta a sus seguidores para vender los pasteles. Los puso en oferta: $30 pesos cada uno, o 2 pasteles por $50 pesos.
Tras conocer lo sucedido, los usuarios de las redes sociales se solidarizaron con Yadira y en unas cuantas horas se vendieron todos los postres, lo que significó un gran alivio para la trabajadora ya que nunca recibió dinero por adelantado y estaba en riesgo de perder la inversión. “Mil gracias a cada uno de ustedes dios los bendiga grandemente, hemos terminado con los pasteles”, escribió Yadira en su muro, reseñó Quinta Fuerza.
Aunque esta historia tuvo un final feliz por la solidaridad de los usuarios de internet, lo cierto es que Yadira corrió un riesgo enorme al iniciar la elaboración de dos mil pasteles sin exigir un adelanto por el trabajo. En este tipo de negocios se debe asegurar un pago de reserva para poder cubrir los gastos de insumos y luego se puede pagar el resto.
Otro punto a tomar en cuenta en esta historia es que, al parecer, el cliente no era conocido, lo que debió activar las alarmas de la pastelera al recibir un pedido tan grande.
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