Cuando los pacientes que luchan contra el cáncer ganan la batalla y son dados de alta, la alegría no solo es para su familia. Los enfermeros, cuidadores y médicos celebran que sea salvado una vida.
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Así es como lo ve un enfermero conocido como Daniel Yolan, quien al saber que una de las niñas del área de oncología regresaría a casa quiso celebrarlo con música y un baile.
La niña, de nombre Milena, es la protagonista de la buena noticia, ya que su tratamiento ha resultado exitoso y espera pronto volver a su vida normal.
“La gran fiesta”
El video de tan solo un minuto fue grabado el pasado 27 de diciembre y ha enternecido las redes sociales. Lo publicó la madre de la pequeña cuya cuenta es @aldisalealdi. Los usuarios no dejan de enviar sus palabras de aliento y bendiciones para la pequeña.
La grabación es un canto a la vida. Mientras se escucha a Olga Tañón cantar su tema “La gran fiesta”, el enfermero Daniel, la mamá de Milena y la propia Milena bailan y saltan de la alegría. Este caso es de Argentina, pero su mensaje de esperanza y optimismo no conoce fronteras.
“Manos arriba pequeña guerrera, que seas feliz de ahora en más”; “Felicitaciones guerrera.... Dios te de ese brillo de luz que tenés en tu sonrisa”; “A celebrar la vida! Felices por ustedes, son campeonas, Dios las bendiga mucho”; “Enhorabuena hermosa”, se lee entre las opiniones dejadas en la publicación.
Aldi, la madre de Milena, contó en una de sus publicaciones lo tremendamente difícil que ha sido asumir la realidad y enfrentarla. “Hoy terminaste el tratamiento y se que por 2 años voy a vivir pidiéndole a dios que pasen lo más rápido posible para poder decir que mi hija venció el cáncer. Hija mía me enseñaste que no existe rendirse, que no hay que mirar el árbol si no el bosque, que el sol sale. Milena, te amo con mi vida mi pequeña guerrera”, escribió el 29 de diciembre.
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Quiso trabajar con niños
Daniel afirma que su pasión son los niños. Siente una gran vocación al trabajar en el área pediátrica. “Siempre quise trabajar con niños. Durante la etapa que estuve en otra área en la ciudad de Lobos (Provincia de Buenos Aires), supe que eso no era lo mío y sentí que tenía que volver a hacer asistencia, me especialicé en terapia intensiva pediátrica y renuncié a ser jefe en el lugar donde estaba trabajando para comenzar a asistir a los chiquitos”.
Dijo que Milena era la primera paciente que viviría todo el proceso de tratamiento junto a él. “Cada vez que hacía quimios, que se las inyectaba, ya eran todos niños que venían en tratamiento hasta que me tocó la primera paciente que empezó conmigo. Era Milena. Cuando la vi y vi a su mamá y papá, dolidos por el diagnóstico que tenía, los acompañé y con ‘Mile’, tuvimos ese primer contacto y supimos que nos íbamos a llevar bien siempre”, reseñó El Universal.
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