Aunque quedó totalmente desterrado de cualquier tipo de rol en la coronación de su padre, el rey Carlos III, el príncipe Harry fue uno de los grandes protagonista ante los medios de comunicación y público en general, ya que todos estaban al pendiente de las reacciones entre él y su familia, debido a las polémicas revelaciones que hizo en su libro ‘Spare’.
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Como se esperaba, llegó y entró solo. En la fila de entrada, no lo colocaron de quinto puesto, como está en la línea de sucesión al trono, sino de undécimo lugar, indicó el portal Hola.
Su asiento estaba en tercera fila con todos los demás miembros de la familia, que no trabajan para la realeza. Se encontraba entre Jack Brooksbank, esposo de su prima, la princesa Eugenia; y la princesa Alexandra, prima de su fallecida abuela, la reina Isabel.
En la tercera fila también estaba su prima, la princesa Beatriz y su esposo Edoardo Mapelli Mozzi, además del príncipe Andrés, duque de York, quien fue despojado de sus títulos reales, tras denuncias de abuso sexual.
Harry estaba muy lejos de su padre, al contrario de su hermano, el príncipe William, quien estaba en primera fila con su esposa Kate, y sus tres hijos, el príncipe George, de nueve años, la princesa Charlotte, de ocho, y el príncipe Louis, de cinco años. También estaba Tom Parker-Bowles, hijo de la reina Camila.
Por lo menos, al príncipe Andrés, hermano del rey, le permitieron usar la túnica de liga formal para la ceremonia. El duque de Sussex estaba vestido de civil, portando sus medallas y no tuvo ningún tipo de participación en el acto de coronación, ni siquiera en la procesión del monarca.
El hijo menor de Carlos III solo estuvo como asistente en tercera fila, lejos de su padre. En ningún momento se le vio hablando con el Rey, ni con la Reina Consorte, tampoco con su hermano, el príncipe William, ni con la esposa de éste. Solo se le vio compartiendo con sus primas Eugenia y Beatriz, así como con los esposos de ellos.
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Al terminar la ceremonia, el duque de Sussex salió de inmediato al aeropuerto para regresar a Estados Unidos con su esposa Meghan y sus dos hijos.
Foco mediático
El príncipe Harry solo estuvo en la ceremonia de coronación, realizada en la Abadía de Westminster. No participó ni en la procesión, ni en el saludo al pueblo desde el Palacio de Buckingham, ni en los demás eventos que implican el acto. Su asistencia fue fugaz.
Aunque solo estuvo como un simple asistente, observando de lejos la coronación de su padre el rey Carlos III, Harry fue uno de los grandes protagonistas ante el foco mediático, ya que todos estaban al pendiente de cada gesto suyo, ya sea para apoyarlo o criticarlo. Además, observaban cómo se relacionaba con todos los demás miembros de su familia.
Ante la falta de comunicación con sus parientes, y la ubicación que le dieron, para muchos, fue evidente que sigue la tensión entre él y la realeza, después de que hablara de ellos en entrevistas, en su serie de Netflix y en su libro ‘Spare’.
Sin embargo, fuentes de la realeza justifican la posición que le dieron en la coronación, alegando que por norma, este es el lugar que corresponde a quienes no trabajan para la realeza.