La alimentación es un factor determinante en cómo nos vemos y nos sentimos. Si bien es cierto, que gran parte de lo que somos está determinado por los genes, también es verdad que lo que comemos afecta todo el cuerpo, y los dientes no escapan a esto.
Hay alimentos y bebidas que dañan los dientes. De allí, la importancia de saber cuáles son para evitarlos o minimizarlos.
Hay comidas que producen caries y que dañan el esmalte, que es la parte externa de los dientes. Por eso, para mantener una buena salud dental, es importante una alimentación saludable y limpieza.
Alimentos dañinos
Los azúcares y ácidos son uno de sus peores enemigos de los dientes, principalmente, si no hay un cepillado correcto, ya que la falta de limpieza hace que estos se acumulen con bacterias que destruyen la capa dental.
El portal web de la Clínica Dental Implanta y el medio Cuídate Plus presentaron una lista de alimentos que son perjudiciales. Algunos de estos son:
-Azucarados: En este grupo entra toda una lista como caramelos,chicles, postres, todo lo que contenga azúcar. Son peores aquellos que se pegan entre los dientes.
Cuídate Plus agrega las bebidas carbonatadas o energéticas, ya que estas además de contener azúcar, tienen dióxido de carbono, que tienen un alto grado de acidez. Cuando tomas un refresco, estás bañando en ácido tus dientes.
-Acidos: aquí están todos los cítricos como el limón, la naranja, entre otros. Los caramelos ácidos suman, no solo su cítrico, sino el azúcar, por lo que son de los peores.
-Pan: la Clínica Dental Implanta menciona al pan, ya que al descomponerse en la boca, también se descomponen los almidones de azúcar. Se convierte en una pasta que se adhiere a los dientes, causando caries.
-Licor: el exceso de alcohol seca la boca, ya que minimiza la producción de saliva, y ésta tiene una función muy importante, ya que va enjuagando poco a poco los dientes, eliminando bacterias y todo lo que sea una amenaza.
-Hielo: La Asociación Dental Americana dice que masticar hielo o cualquier sustancia dura daña los dientes, ya que destruye el esmalte, incluso puede romperlos o astillarlos.