Uno de cada 10 hombres (1,6 millones) en Estados Unidos sufren de la enfermedad de Peyronie, también conocida como síndrome del pene curvo, pero la mayoría o casi todos quienes la padecen, callan por vergüenza al estigma social.
La cifra la dio a Daily Mail el urólogo Mohit Khera, del Baylor College of Medicine en Texas, quien explicó que esta patología no permite que el pene se ponga recto al momento de una erección, tampoco en flacidez. Quien lo padece tiene dolor al momento de las relaciones sexuales.
El especialista explicó que con esta enfermedad, el pene no se pone derecho porque se forma tejido cicatrizal, llamado placa, debajo de la piel del pene. En un miembro masculina normal, el tejido esponjoso se expande fácilmente para llenarse de sangre y producir la erección recta, pero con esta patología, no se puede, por el endurecimiento de la placa.
El urólogo explicó que la causa de Peyronie puede ser lesiones al momento de relaciones sexuales, de alguna masturbación o haciendo deporte. Cuando la lesión se va cicatrizando, va produciendo el endurecimiento que dificulta la erección.
El pene curvo puede doblarse en ángulos de hasta 180 grados, ya sea erecto o flácido.
Debido a la dificultad para la erección, los hombres que sufren esta enfermedad, suelen tener disfunción eréctil, así como problemas de depresión clínica y ansiedad. Pensar en el contacto sexual con su pareja les preocupa en extremo, algo que afecta sus relaciones y calidad de vida.
“Los pacientes que tienen la enfermedad realmente sufren de depresión. Sienten que hay una desfiguración”, dijo el experto, quien indicó que un estudio de 2021 en el “Journal of Men’s Health” determinó que 27% de los pacientes de Peyronie sufren depresión clínica.
Si van al médico a tiempo, es tratable
La mayoría de los pacientes sufre “en silencio” por el pene curvo, dice Khera al citado medio. Su vergüenza los hace callar, pero lo que no saben es que esta misma vergüenza también los empeora, ya que al no hablar con un especialista, agravan.
La enfermedad de Peyronie es curable si se trata a tiempo. Si se busca ayuda en los primeros síntomas, se minimiza la posibilidad de padecerla a largo plazo.
El doctor Mohit Khera indicó que el tratamiento implica cirugía para remover la placa o inyecciones para romperla, también se pueden aplicar dispositivos de tracción como RestoreX.
Explicó que hay dos fases de la enfermedad: la activa, que es cuando se está formando el tejido cicatrizal, y caracterizada por ser muy dolorosa. En esta fase, es mejor no aplicar tratamiento, ya que si se quita la placa que hay, seguirá apareciendo, y habrá que retirar más en el futuro.
La otra fase es la pasiva. Aquí ya se formó la placa por completo y el pene deja de doblarse. Es en este tiempo, cuando puede enderezarse con un shlong.