Un hombre chino llamado Sr. Chen se encontró en una situación peligrosa después de intentar imitar un desafío viral que había visto en Internet.
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Llegó al cuerpo de bomberos de Zhejiang (China) con una camiseta cubriendo su boca y haciendo sonidos incomprensibles. Cuando se quitó la camiseta, los bomberos descubrieron que tenía una bombilla de vidrio atascada en la boca por el lado del vidrio.
La bombilla no salía y estaba atascada atrapada en la boca del Sr. Chen, debido a su tamaño.
Los bomberos notaron que había muchos riesgos si intentaban forzar la situación. Si sacaban el bombillo a la fuerza, el hombre podía sufrir cortes, rotura del vidrio, ingestión de fragmentos de la bombilla y otras lesiones físicas.
Los bomberos no pudieron hacer nada por él, así que lo llevaron al Hospital Popular de Yuyao.
Operación
En el hospital los médicos tuvieron que realizar una complicada intervención, la cual consistía en dislocarle lentamente la mandíbula para poder extraer la bombilla de forma segura.
El caso fue tan sonado, que un canal de televisión local transmitió la historia. Difundieron las imágenes de Chen desde su llegada a los bomberos hasta el momento de la intervención quirúrgica y sus sollozos de dolor durante el proceso.
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Afortunadamente, para el hombre, todo terminó bien. No tuvo daños. Cuando pudo hablar, explicó que lo hizo para cumplir con un desafío viral de las redes. Ahora, el viral no sólo era el desafío, sino él mismo.
Sin embargo, este incidente sirve como un recordatorio de los peligrosos desafíos virales que circulan en las redes sociales y que han causado lesiones graves e incluso la muerte de varios usuarios. La posición ideal ante retos virales que pongan en riesgo la integridad física es no hacerlo.
En este caso, el Sr. Chen tuvo suerte de no sufrir daños graves, pero pudo haber terminado en tragedia, debido a una imprudencia absurda.
Este incidente también pone de relieve el importante trabajo que realizan los bomberos y los profesionales médicos para ayudar a las personas en situaciones peligrosas. Gracias a su rápida intervención y habilidades médicas, pudieron extraer la bombilla de forma segura y evitar mayores complicaciones.