Una pareja británica tuvo una experiencia devastadora durante su estadía en un lujoso hotel de cinco estrellas en la República Dominicana. Alan, un asistente de salud del NHS de Hull, y su esposa reservaron un descanso de 17 días en el Hotel Riu Republica en Punta Cana a través de la agencia de viajes.
Lo que prometía ser una escapada relajante se convirtió en un verdadero “infierno” cuando la pareja asegura haber presenciado una serie de escenas impactantes que incluyen el consumo de drogas y el hallazgo de un cadáver en una de las habitaciones.
Unas vacaciones en Punta Cana terminaron siendo la peor pesadilla de esta pareja
Desde el momento en que llegaron al Riu Republica, Alan y su esposa quedaron desilusionados. Lo que se suponía ser un resort de cinco estrellas con una ubicación en la playa y una escena de piscina de primera clase resultó ser más parecido a un desastre. La pareja afirmó haber visto a otros huéspedes fumando marihuana en la piscina, teniendo relaciones sexuales y defecando dentro de la piscina.
Pero las sorpresas no terminaron ahí. Alan y su esposa afirmaron haber sido abordados repetidamente por personas ofreciéndoles drogas durante toda su estadía en el hotel. Además, afirmaron que la falta de seguridad y vigilancia hacía que todo se sintiera inseguro y poco acogedor.
Sin embargo, lo peor llegó cuando la pareja presenció un incidente trágico. Mientras paseaban por el hotel, se encontraron con un cuerpo sin vida, cubierto por una sábana, después de que un huésped cayera desde un balcón. Este triste evento se suma a un incidente previo reportado por medios locales, donde una mujer también cayó desde un balcón del cuarto piso.
La agencia de viaje se lava las manos
Al sentirse profundamente perturbado por todo lo que habían presenciado y vivido durante su estadía, Alan decidió presentar una queja ante TUI, la empresa de viajes, esperando una respuesta adecuada y un gesto de buena voluntad por parte de la agencia que en un principio les había recomendado el destino.
Sin embargo, lo que recibieron fue un trato de “completa indiferencia”. TUI les ofreció aproximadamente 200 dólares en vales y sesiones de asesoramiento, pero para Alan, esto fue “una burla”, considerando que el costo total de sus vacaciones había sido casi más de 3 mil dólares.