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Le dan diploma a un perrito que acompañó a su dueño todos los días de clases hasta graduarse

La historia comenzó cuando Daniel, a la edad de 13 años, ingresó a la secundaria. En ese momento, su abuelo trajo a casa a Tarzán.

Una conmovedora historia se ha vuelto viral alrededor del mundo, protagonizada por Tarzán, un adorable perrito que acompañó a su dueño, Daniel Sumoza, durante todos los días de sus cinco años de bachillerato, lo que le valió un diploma otorgado por compañeros de clase y profesores en su ceremonia de graduación.

La historia comenzó cuando Daniel, a la edad de 13 años, ingresó a la secundaria. En ese momento, su abuelo trajo a casa a Tarzán, un perro mestizo de pelo claro con manchas marrones en las orejas y en uno de los ojos. Desde ese día, se convirtieron en inseparables compañeros. Tarzán acompañó fielmente a Daniel al bachillerato, asistiendo incluso a la ceremonia de graduación.

La historia de Tarzán, el perrito que se graduó de la secundaria

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La historia fue compartida por múltiples medios y en las redes sociales, tocando los corazones de muchas personas. El perrito Tarzán se ganó el cariño no solo de Daniel, sino también de todos los compañeros en el Liceo Bolivariano Josefa Camejo de la comunidad Mango Redondo en San Carlos, estado Cojedes, Venezuela.

La ceremonia de graduación de Daniel, que ahora tiene 17 años, tuvo lugar el 28 de julio. En ese día especial, sus profesores y compañeros de clase decidieron honrar la lealtad y el cariño de Tarzán otorgándole un diploma. Durante esos años de estudios, el perrito se convirtió en una figura querida en la institución, a pesar de los intentos iniciales de mantenerlo fuera del aula.

Daniel compartió que Tarzán ha sido parte de su vida desde que era un cachorro y siempre ha estado fuertemente unido a él y a su familia. A pesar de los desafíos que presentó tener a su fiel compañero en la escuela, Daniel se las arregló para mantenerlo cerca.

Tarzán deja claro nuevamente que, el perro es el mejor amigo del hombre

Tarzán se convirtió en un espectador regular dentro del salón de clases. El perrito se acostumbró a acompañar a Daniel en el aula, descansando bajo su mesa y mostrando resistencia cuando intentaban sacarlo.

Aunque al principio los profesores se mostraban reacios a permitir su presencia en el salón, con el tiempo, su inquebrantable lealtad y cariño ganaron el respeto y la aceptación de todos. La historia de Tarzán y Daniel resalta la conexión única entre humanos y sus amigos peludos.

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