Estilo de Vida

Té de jengibre con cúrcuma: para qué sirve esta deliciosa combinación

Si se toma de forma moderada, esta bebida ofrece un montón de beneficios.

El jengibre y la cúrcuma son raíces que ofrecen muchos beneficios para nuestro organismo, ambas se pueden comer tanto frescas como secas y se utilizan mucho en la gastronomía y también en la preparación de remedios caseros.

Cabe aclarar que los beneficios comprobados de estas raíces se han estudiado y analizado de manera individual, todavía no se han publicado estudios sobre los beneficios que pueden aportar en conjunto.

Sin embargo, al ser productos naturales cuyo consumo ofrece varios beneficios, si combinamos el jengibre con la cúrcuma en un té, nada malo puede salir de ahí, si se modera su consumo.

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¿Qué beneficios tiene tomar té de jengibre con cúrcuma?

De acuerdo con la medicina ayurveda, el té de jengibre con cúrcuma puede ofrecer varios beneficios al organismo, como reducir la inflamación, calmar los dolores y fortalecer el sistema inmune.

Empecemos explicando por qué el té de jengibre con cúrcuma es bueno para reducir la inflamación: como ambas raíces tienen propiedades antiinflamatorias, su consumo ayuda a bajar la inflamación en el cuerpo, disminuyendo el dolor que esta produce.

Asimismo, el té de jengibre con cúrcuma ayuda a aliviar los dolores causados por algunas enfermedades crónicas como la artrosis, ya que, por separado, lo han hecho, así que combinados puede verse potenciada esta propiedad.

También se dice que fortalece el sistema inmune, cuya función es proteger a nuestro organismo de amenazas externas. De hecho, el té de jengibre con cúrcuma se ha hecho conocido precisamente por este beneficio, no obstante, hay que aclarar que todavía no hay estudios que comprueben la veracidad de esto, aunque el jengibre por sí mismo, sí contribuye con el fortalecimiento del sistema inmune.

Se recomienda no excederse en el consumo del té de jengibre con cúrcuma, pues se ha comprobado que consumir mucho cualquiera de estas raíces tiene varios efectos secundarios.

Por ejemplo, el jengibre puede causar ardor estomacal, diarrea y dolores abdominales, mientras que el exceso de cúrcuma puede generar mareos y vómitos.

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