Daniel y Sharon Smyth, una pareja estadounidense, tomaron una decisión poco común cuando su amado perro Sparky falleció inesperadamente en noviembre de 2022 a la edad de 13 años. En lugar de optar por la tradicional sepultura o cremación, eligieron la taxidermia para preservar a su querida mascota de una manera única. La pareja no escatimó en gastos, ya que el proceso de disecar a Sparky tuvo un costo aproximado de dos mil quinientos dólares, equivalente a más de cuarenta mil pesos mexicanos.
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Aunque esta opción puede resultar inusual para algunos, los Smyth estaban dispuestos a pagar este precio con el objetivo de mantener a Sparky cerca de ellos, como si aún estuviera vivo. La conexión emocional de la pareja con su perro perdido se refleja en su actitud después de la disecación.
Quisieron mantener vivo el recuerdo de su querida mascota
A pesar de la apariencia estática y la ausencia de vida, Daniel y Sharon continúan besando y acariciando a Sparky como lo harían si estuviera vivo. Esta elección única les permite mantener a su leal compañero en su vida cotidiana de una manera que va más allá de las opciones convencionales de despedida.
El lugar elegido para exhibir el cuerpo preservado de Sparky también refleja la dedicación de la pareja. Colocándolo en una ventana desde la cual solía vigilar el exterior y proteger su hogar, los Smyth han logrado integrar a Sparky en su rutina diaria de una manera visualmente significativa.
La historia de esta pareja nos lleva a reflexionar sobre la diversidad de formas en que las personas enfrentan la pérdida de sus seres queridos, incluso en el reino animal. La singular elección de los Smyth destaca la profunda conexión emocional que pueden tener con sus mascotas, y cómo están dispuestos a ir más allá de lo convencional para preservar esos lazos incluso después de la muerte.