El dolor de oído que sentía Lucy Wild se convirtió en lo inimaginable. La joven madre de tres niños, se levantó de la cama sin soportar el dolor, el cual empeoraba con el sonido de un crujido en su interior.
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La joven de 29 años sentía la molestia sentía desde octubre pasado y fue dejando pasar el tiempo para ver si mejoraba. Sin embargo, cada vez sentía más dolor y también picazón. Tres semanas después, se levantó un día y sintió un crujido adentro. Ella pensó que era cera, pero no fue así.
Según reseñó The Mirror, la mujer usó una cámara con auricular sin imaginar que descubriría lo inimaginable: tenía una araña dentro del oído.
El raro descubrimiento la hizo ir al hospital. Le echaron aceite de oliva tibio en el canal auditivo y así pudieron sacarle la araña, que tenía un tamaño aproximado de un centímetro.
La pesadilla arácnida continúa
Pasaron los días y Lucy, residente de Cheshire en el Reino Unido, seguía con molestias en su oído, así que volvió a usar la cámara con auricular y vio una sustancia negra. Fue nuevamente al hospital, donde la remitieron a otorrinolaringología.
Los médicos chequearon a Lucy. Después de varios minutos, ella escuchó lo que concibió “como algo sacado de Stranger Things”: los médicos dijeron que tenía un nido de araña. El raro descubrimiento demostró que antes de que le sacaran al animal, éste ya estaba preparándose para hacer cría en el oído de la mujer.
Lucy quedó impactada y al mismo tiempo nerviosa. “Estaba muy confundida en cuanto a cómo llegó allí, cómo llega la araña a tu oído y no lo sabes. Me quedé petrificada pensando que podría haber otra”, dijo, según citó el referido medio.
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Afortunadamente, los especialistas pudieron sacarle el nido de araña, aunque fue un proceso doloroso que ella no desea a nadie.
El caso de la joven británica demuestra que la persona no está del todo protegida, mientras duerme. Se puede ser blanco de animales que busquen meterse por algunos de los orificios del cuerpo.
Los oídos son una zona muy atractiva para los insectos y animales pequeños, ya que no sólo proporcionan calor, sino que atraen a los bichos por el olor de la cera. De allí, la importancia de no descartar algodones para tapar los oídos cuando se está dormido.
La protección con un algodón u otro objeto ayudaría mucho a cuidar los oídos ante el acecho de cualquier animal, que pueda afectar al sistema auditivo.