El príncipe Harry y Meghan Markle se casaron en mayo de 2018 en una ceremonia por todo lo alto con personalidades políticas, de otras monarquías, estrellas, deportistas de renombre y demás figuras importantes.
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Como es tradición, la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor fue el escenario para el matrimonio eclesiástico, con la presencia de la fallecida reina Isabel y demás miembros de la realeza británica.
En ese entonces, se pidió que no dieran regalos a los novios, sino que lo que quisieran dar, lo obsequiaran a organizaciones benéficas. Sin embargo, muchas personas y compañías no hicieron caso, y de igual forma, enviaron sus obsequios a la pareja.
Una fuente reveló al portal The Mirror, que a pesar de los buenos gestos, Harry y Meghan se vieron obligados a devolver los regalos, ya que de haberlos recibidos hubieran quebrantado una de las reglas de la monarquía, que es recibir obsequios, ya que esto puede ser considerado como dar publicidad.
Es bien sabido, que las marcas usadas por la realeza, se ponen de moda y que rápidamente se agotan, ya que la gente quiere lucir como ellos. Ante esto, está la normativa de que no acepten regalos, cualquier cosa que ellos usen, puede ser un acto publicitario.
Los regalos que devolvieron, implican en general, un monto de 8,8 millones de dólares, según detalla el citado medio.
“El principio fundamental que rige la aceptación de obsequios por parte de los miembros de la Familia Real es que no se deben aceptar obsequios, incluidos hospitalidad o servicios, que pudieran, o pudieran parecer, colocar al miembro de la Familia Real bajo alguna obligación hacia el donante”, explicó una fuente a The Mirror.
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¿De regreso a la vida artística?
El portal Vanidades reseñó que hay rumores de que Meghan Markle está por reactivarse como actriz e influencer, dando a entrever que el motivo sea porque a ella y a su esposo, les está comenzando a “pasar factura” el haber renunciado a la realeza en el 2020.
El referido medio informó que por ello, la madre Meghan, Doria Ragland, se mudó con los duques de Sussex a su casa en Montecito, California. No descartan que sea para ayudar con sus nietos Archie y Lilibeth, de cuatro y dos años.
“2023 fue un año difícil tanto para Harry como para Meghan y Doria ha estado ahí para ellos(...) Doria parece estar en plena forma, pero tiene casi 70 años y se cansa de los viajes en auto desde su casa para ver a su hija y sus nietos”, dijo una fuente cercana a los Sussex para Vanity Fair.
