Las rodillas son una de las articulaciones más importantes del cuerpo humano, y al mismo tiempo, una de las más complejas. Su función principal es permitir la movilidad y proporcionar soporte al cuerpo, lo que la convierte en un elemento clave para actividades cotidianas como caminar, correr o agacharse, pero ¿Por qué duelen las rodillas?
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Con el paso del tiempo, no es raro que esta articulación comience a causar molestias, especialmente a partir de los 30 años, y que el dolor se intensifique a los 40.
Las rodillas están compuestas por tres huesos principales: el fémur, la tibia y la rótula. También incluye cartílagos como los meniscos, que funcionan como amortiguadores entre los huesos, y ligamentos como el cruzado anterior o el colateral, que aportan estabilidad. El líquido sinovial, producido por la membrana sinovial, lubrica la articulación, permitiendo que los movimientos sean suaves. Cuando alguno de estos componentes falla, el dolor suele ser el primer síntoma.
¿Por qué duelen las rodillas?
El desgaste natural es una de las principales causas de las molestias y dolor en las rodillas. Con los años, el cartílago que recubre los huesos puede desgastarse, reduciendo su capacidad para amortiguar los impactos y facilitando el roce entre los huesos, lo que da lugar a la osteoartritis.
Otro factor común son las lesiones, que pueden dañar los ligamentos o los meniscos. Estas lesiones suelen ocurrir debido a movimientos bruscos, caídas o actividades físicas intensas.
La inflamación también es una causa frecuente de dolor en las rodillas. La tendinitis, que es la inflamación de los tendones, y la bursitis, que afecta a las bolsas llenas de líquido que reducen la fricción en la articulación, son problemas habituales en personas activas físicamente. Además, las malas posturas o el exceso de peso pueden sobrecargar la articulación, generando molestias y limitando la movilidad.
A medida que envejecemos, el cuerpo pierde parte de su capacidad de regenerar tejidos, lo que afecta al cartílago y los ligamentos de la rodilla. Esto, combinado con el desgaste acumulado, aumenta la probabilidad de dolor y rigidez.
Aunque muchas veces el dolor de rodillas puede ser por el factor edad, en ocasiones también puede ser por enfermedades como artrosis o artritis.
