BUCAREST, Rumanía (AP) — El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reafirmó el martes el compromiso de la alianza con Ucrania y dijo que el país golpeado por la guerra algún día será miembro de la organización de seguridad más grande del mundo.
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Stoltenberg hizo esas declaraciones en Rumanía, donde el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunía con sus homólogos de la OTAN para preparar un apoyo que Ucrania necesita con urgencia para garantizar que Moscú no logra derrotar a Ucrania con sus ataques a la infraestructura energética.
“La puerta de la OTAN está abierta”, dijo Stoltenberg. “Rusia no tiene derecho de veto” sobre los países que se unen, añadió, en alusión a la reciente entrada de Macedonia del Norte y Montenegro en la alianza. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, pronto “tendrá a Finlandia y Suecia como miembros de la OTAN”, añadió. Los países nórdicos solicitaron su ingreso en abril ante la preocupación de que pudieran ser los próximos objetivos de Rusia.
“Eso también lo defendemos, la membresía para Ucrania”, dijo el ex primer ministro noruego. “Al mismo tiempo, la prioridad ahora es apoyar a Ucrania, asegurarnos de que el presidente Putin no gana, sino que Ucrania prevalece como nación soberana en Europa”.
Stoltenberg básicamente reiteraba una promesa formulada por la OTAN en Bucarest en 2008, en el mismo Palacio del Parlamento donde se reunían los cancilleres esta semana, sobre que Ucrania y Georgia entrarían algún día en la alianza.
Algunos funcionarios y analistas creen que esa estrategia, que el expresidente estadounidense George W. Bush marcó a sus aliados de la OTAN, es parcialmente responsable de la guerra iniciada por Rusia en febrero. Soltenberg se mostró en desacuerdo.
“El presidente Putin no puede negar a las naciones soberanas tomar sus propias decisiones soberanas que no son una amenaza para Rusia”, dijo. “Creo que lo que le da miedo es la democracia y la libertad, y ese es el principal desafío para él”.
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Aun así, Ucrania no entrará en la OTAN en el corto plazo. Tras la anexión rusa de la Península de Crimea y zonas del sur y el este controladas por tropas rusas y separatistas prorrusas, ni siquiera está claro cómo se verían las fronteras del país. Muchos de los 30 aliados de la OTAN creen que la prioridad debe ser derrotar a Rusia.
“Estamos en medio de una guerra, y por tanto no debemos hacer nada que socave la unidad de aliados para prestar apoyo militar, humanitario y financiero a Ucrania, porque debemos impedir que el presidente Putin gane”, afirmó el secretario general.
Se esperaba que Blinken anunciara durante la cumbre de dos días una partida de ayuda estadounidense para la red eléctrica ucraniana, según funcionarios estadounidenses. La red ucraniana ha sufrido duros ataques rusos desde principios de octubre, en lo que las autoridades estadounidenses describen como una campaña rusa para instrumentalizar el frío del inminente invierno.
“Todos estamos pagando un precio por la guerra de Rusia contra Ucrania. Pero el precio que pagamos es en dinero”, dijo Stoltenberg el martes, “mientras que el precio que pagan los ucranianos es un precio pagado en sangre”.
Era probable que la reunión en la capital rumana incluyera nuevas promesas de apoyo de material no letal para Ucrania, como combustible, generadores, suministros médicos, equipo de invierno y dispositivos que interfieren con drones.
También era probable que los aliados anunciaran nuevas entregas de equipamiento militar para Ucrania, en especial las defensas antiaéreas que Kiev necesitaba con desesperación para proteger sus cielos. Sin embargo, la OTAN como organización no lo haría para evitar verse arrastrada a una guerra más amplia con Rusia, una potencia nuclear.
Los ministros tendrían una cena de trabajo el martes con su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba.
Los ministros de Exteriores de Finlandia y Suecia, aspirantes a ingresar en el grupo, participaban en las reuniones. La OTAN tiene mucho interés en añadir a los dos países nórdicos a las líneas defensivas contra Rusia. Turquía y Hungría no han ratificado sus solicitudes, a diferencia de los otros 28 estados miembros.
El miércoles tenían previsto abordar formas de aumentar su apoyo a Bosnia, Georgia y Moldavia, socios que según las autoridades sufren presiones rusas.