Twitter ya no hará valer su política contra la información falsa relacionada al COVID-19, planteando inquietudes entre los expertos en salud de que el cambio podría tener graves consecuencias si desalienta la vacunación y otras labores para combatir el virus que sigue propagándose.
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Algunos usuarios notaron el cambio el lunes por la noche, señalando que se había hecho una actualización de una oración a las reglas de Twitter: “A partir del 23 de noviembre de 2022, Twitter deja de aplicar la política de información engañosa del COVID-19”.
Para el martes, algunas cuentas de Twitter estaban probando los nuevos límites y celebraban el enfoque no intervencionista de la plataforma, que se produce luego de la adquisición de Elon Musk.
“La política fue utilizada para silenciar a la gente de todo el mundo que cuestionaba la narrativa de los medios de comunicación que rodeaba al virus y las opciones de tratamiento”, tuiteó la doctora Simone Gold, una médica propagadora de información falsa sobre el COVID-19. “Una victoria para la libertad de expresión y la libertad médica".
Pero la decisión de Twitter de ya no retirar las mentiras sobre la seguridad de las vacunas contra el COVID-19 decepcionó a muchos funcionarios de salud pública, quienes señalaron que podría conducir a más declaraciones falsas sobre el virus, o sobre la seguridad y efectividad de las vacunas.
“Malas noticias”, tuiteó el epidemiólogo Eric Feigl-Ding, quien pidió a la gente que no huyera de Twitter, sino que se quede y defienda la información fidedigna del virus. “Quédense amigos, no les cedan la plaza”.
Mientras tanto, el virus sigue propagándose. En Estados Unidos se registró un promedio de 38.800 casos nuevos de COVID-19 hasta el lunes, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins, que es una cifra mucho menor a la del invierno pasado pero que también es un recuento insuficiente debido a las pocas pruebas que se realizan y a que no se reportan todas las infecciones. Alrededor de 28.100 personas con COVID fueron hospitalizadas a diario y unas 313 murieron, de acuerdo con las cifras más recientes.
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Musk, quien ha propagado información falsa sobre el COVID-19 en Twitter, ha manifestado su interés en retirar muchas de las normas anteriores de la plataforma destinadas a combatir la desinformación.
La semana pasada, Musk dijo que otorgaría una “amnistía” a los usuarios que habían sido expulsados de Twitter. También restableció las cuentas de varias personas que propagaron información falsa sobre el COVID-19.
En virtud de la política promulgada en enero de 2020, Twitter prohibió las afirmaciones falsas sobre el COVID-19 que la plataforma determinó que podrían provocar daños en el mundo real. Más de 11.000 cuentas fueron suspendidas por infringir las normas y casi 100.000 contenidos fueron eliminados de la plataforma, según las últimas cifras de Twitter.
Los mensajes dejados en Twitter, con sede en San Francisco, en busca de más información sobre su política de desinformación sobre COVID-19 no habían sido respondidos el martes hasta el momento.