Un tribunal del Vaticano condenó el lunes a dos activistas ambientales por daño agravado y les ordenó pagar más de 28 mil euros (30 mil dólares) en restitución luego que pegaron sus manos a la base de una estatua antigua en los Museos Vaticanos a manera de protesta para llamar la atención sobre el cambio climático.
PUBLICIDAD
Guido Viero y Ester Goffi, integrantes del grupo ecologista Última Generación, también recibieron una condena en suspenso de nueve meses y una multa de mil 620 euros cada uno. Una tercera activista juzgada con ellos, Laura Zorzini, fue multada con 120 euros.
El juicio se originó en una protesta del 18 de agosto en los Museos Vaticanos, durante la cual Viero y Goffi pegaron sus manos a la base de la estatua de Laocoonte, una de las obras antiguas más importantes de la colección que se cree que data del siglo I a.C. Colgaron una pancarta que decía “Última generación: sin gas y sin carbono”, mientras Zorzini los filmaba.
Su acción fue parte de una ola de protestas de activistas que han fijado como objetivos a museos y otras instituciones culturales, han bloqueado el tráfico durante días y han causado afectaciones en un intento por llamar la atención sobre lo que los activistas catalogan como el fracaso de los gobiernos para tomar medidas contra el cambio climático.
En los argumentos finales, el abogado del Estado de la Ciudad del Vaticano acusó a los dos ambientalistas de explotar la conocida preocupación del papa Francisco por la causa ambiental al causar un daño “inestimable” a una parte del patrimonio artístico y cultural del mundo.
La abogada Floriana Gigli dijo que Viero y Goffi sabían que su protesta dañaría la obra de arte, citando su decisión de pegar sus manos a la base y no a la estatua, y aún así nunca expresaron su arrepentimiento por el daño causado.
Obras dañadas como protesta
Durante 2022, diversos colectivos y manifestantes protestaron dañando arte como una forma de llamar la atención respecto a los problemas ambientales y el cambio climático. Los ataques se dieron en julio y octubre.
PUBLICIDAD
Dos hombres pertenecientes al colectivo Stop Oil, se manifestaron con una simulación de daño hacia la pintura “La joven de la perla”, de Johannes Vermeer. La obra de arte que se encuentra en el museo Mauritshuis, en La Haya, no sufrió daños.
En ese mismo mes, en Alemania, integrantes del grupo Última generación, lanzaron puré de papa contra la obra “Los almiares”, del pintor francés Claude Monet. Ante el ataque, preguntaron: “qué vale más, ¿el arte o la vida?”.
Otro ataque fue realizado por el colectivo Just Stop Oil. En julio de 2022, un grupo de personas, tocaron una réplica del cuadro “La última cena” de Leonardo da Vinci. Además, al margen inferior de la obra, pintaron con aerosol “no más petróleo”. Buscaban que el gobierno de Reino Unido no concediera licencias para proyectos de petróleo y gas.