RÍO DE JANEIRO (AP) — Argentina y Brasil probaron nuevas opciones de ataque el sábado para su enfrentamiento de la próxima semana en las eliminatorias mundialistas, un partido que condenará al perdedor a un amargo cierre de año.
La Argentina de Lionel Messi cayó el jueves ante Uruguay. Fue la primera derrota de la Albiceleste desde que sucumbió ante Arabia Saudí en el primer duelo del Mundial de 2022, donde terminó alzando la copa en Qatar.
Local en el superclásico sudamericano, Brasil carecerá del lesionado Vinicius Junior en el Maracaná, tras dos derrotas consecutivas en la eliminatoria.
El técnico argentino Lionel Scaloni ensayó una formación en el primer entrenamiento para el cotejo en Río de Janeiro, con Ángel di María en el lugar de Nico González. El objetivo sería explotar las debilidades brasileñas por las bandas.
Argentina mostró poca capacidad por los costados durante su derrota como local, por 2-0 ante la Celeste.
Fernando Diniz, el estratega brasileño, enfrenta presión ante las malas actuaciones del equipo bajo su dirección. Probó a Gabriel Jesus en la posición de Vinicius en el campo de entrenamiento del conjunto nacional.
Sin varios jugadores clave, parece confiar en un sistema de cuatro atacantes que puedan desempeñar también labores en la mitad de la cancha; Jesus, Gabriel Martinelli, Rodrygo y Raphinha.
Rodrygo dijo en una conferencia de prensa que acepta tener “más responsabilidades” en el equipo. Entre los cuatro atacantes que serían colocados por Diniz, Rodrygo es quien conoce mejor la multifuncionalidad.
“Sabía que llegaría mi momento poco a poco. Con Neymar fuera y Vini Fuera, la gente espera, más de mí y necesito responder”, comentó. “Brasil contra Argentina en el Maracaná es algo especial. Soy joven pero tengo algo de experiencia. Éste será seguramente uno de mis tres partidos más importantes”.
Brasil nunca ha perdido un encuentro como local en la eliminatoria mundialista.
Argentina sigue liderando la eliminatoria de 10 equipos con 12 puntos en cinco partidos. Uruguay marcha segundo con 10. Colombia tiene nueve y Venezuela ocho.
Brasil, que recibirá a los monarcas mundiales, acumula siete puntos.
Ecuador, Paraguay y Chile tienen cinco puntos. Bolivia suma tres y Perú es último con uno.
El Mundial de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá se ha ampliado a 48 selecciones. Ello significa que hay seis pasajes directos para los seis primeros de la eliminatoria sudamericana. El séptimo podría clasificarse todavía, por medio de un repechaje intercontinental.
La Confederación Brasileña de Fútbol informó el sábado que las 68,000 entradas para el encuentro se han vendido. Algunas más se habrían distribuido en la Asociación del Fútbol Argentino.
El encuentro sería el último de Messi en casa del rival acérrimo de Argentina. El astro de 36 años perdió la final mundialista de 2014 en el mismo estadio, donde en 2021 levantó el primer título con su selección, la Copa América, enfrentando a Brasil en la final.
Muchos brasileños que recogían sus boletos en el estadio dijeron que los motivaba más ver a la selección argentina que a la brasileña.
“Yo era muy joven en 2014, nunca lo vi en vivo”, dijo Bernardo Andrade, de 15 años, quien vestía una camiseta del Barcelona con el apellido Messi en los dorsales. “Brasil y Argentina estarán de todos modos en el próximo Mundial. No importa si él anota algunos goles aquí”.
Rio atraviesa por una racha de calor extremo que difícilmente amainará para el partido del martes, de acuerdo con los meteorólogos. La temperatura afuera del Maracaná llegó el sábado a los 38 grados Celsius (100 Fahrenheit).