CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — El mandario saliente de Guatemala, Alejandro Giammattei, dijo el miércoles que fueron “engaños y tretas” las denuncias sobre un intento de golpe de Estado por las acciones judiciales contra el proceso electoral y el partido del presidente electo Bernardo Arévalo, al intervenir ante la Organización de Estados Americanos a pocos días del traspaso del poder en el país centroamericano.
Giammattei intervino ante el Consejo Permanente de la OEA, con sede en Washington, para dar su versión sobre la crisis política que vive Guatemala luego de las elecciones generales de junio de 2023 y tras la arremetida de la fiscalía y de un juez que, según los críticos, busca detener la toma de posesión del líder del Movimiento Semilla, prevista para el domingo.
“Hemos seguido firmes con nuestro compromiso con la Carta Democrática, aunque acá hayan creído y dejado llevarse por engaños y tretas, con un supuesto golpe de Estado que no puede ocurrir contra alguien que no ostenta el poder", planteó Giammattei en un discurso de unos 20 minutos.
La crisis en el país centroamericano subió de nivel a partir de la primera vuelta electoral tras conocerse que Arévalo pasaba a segunda vuelta para disputarse la presidencia con la ex primera dama Sandra Torres, a quien terminó venciendo con algo más del 20% de los votos, según las autoridades electorales.
Entonces la fiscalía pidió a un juez suspender al Movimiento Semilla, y llevó a cabo allanamientos, detenciones, retiros de inmunidad contra varios diputados del partido e incluso tres contra Arévalo en un esfuerzo que los críticos y el propio presidente electo calificaron como intentos para que no pudiese asumir el poder.
Giammattei aseguró, sin embargo, que en el país hay división de poderes por lo que no puede intervenir en estos y ha intentado desmarcarse de las acciones de la fiscalía. Aunque el presidente no se refirió a las acciones del Ministerio Público, las denuncias de un supuesto golpe de Estado apuntan y señalan a la fiscal general Consuelo Porras, que fue reelecta por Giammattei y a quién el gobernante menciona como su "amiga”.
La crisis política del país llevó a que por 28 días miles de indígenas liderados por autoridades de las comunidades salieran a las calles a bloquear tramos carreteros y a mantener una protesta contra Porras, a quien le exigen su renuncia.
“Ante el desmán social que amenazó a la población, el cual contó con financiamiento internacional, sería un error histórico no consignar la responsabilidad del presidente electo, doctor Bernardo Arévalo, quien llamó a manifestarse contra las autoridades del sistema judicial, además de negarse a participar o promover el diálogo y la negociación pacífica de las diferencias”, dijo Giammattei en la OEA.
El presidente guatemalteco dijo que se realizaron 90 reuniones entre oficiales de gobierno y el equipo del nuevo gobierno para una transición de mando ordenada y que estaba dispuesto a cumplir la ley para ceder el poder.
“No hay necesidad de invocar la Carta Democrática, en un país democrático, porque simplemente los hechos hablan”, dijo Giammattei sobre una eventual aplicación de la Carta para asegurar el respeto de la democracia en el país.
El presidente llamó a respetar la soberanía del país en temas que les corresponde “solo a los guatemaltecos” y a la no intervención. “Algo que no ha sido cumplido por algunos países miembros”, dijo. También reclamó amenazas, “directas en mi contra”, sin decir cómo o quién le habría amenazado.
La fiscalía ha seguido requiriendo información y presentando acciones contra los miembros del movimiento de Arévalo a pesar de la proximidad de la ceremonia del traspaso presidencial.