WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Joe Biden firmó el sábado un paquete de 460.000 millones de dólares de proyectos de ley de gastos aprobados por el Senado a tiempo para evitar el cierre de muchas agencias federales clave. El éxito de la medida sitúa a los legisladores a medio camino de concluir su trabajo de asignaciones para el ejercicio presupuestario de 2024.
La medida contiene seis proyectos de ley de gasto anual y ya había sido aprobada por la Cámara de Representantes. Al promulgarla, Biden agradeció por su trabajo a los líderes y negociadores de ambos partidos en las dos cámaras, que según la Casa Blanca permitirá que las agencias “puedan continuar sus operaciones normales”.
Mientras tanto, los legisladores negocian un segundo paquete de seis proyectos de ley, incluido el de defensa, en un intento por tener todas las agencias federales totalmente financiadas antes de la fecha límite del 22 de marzo.
“A quienes les preocupa que un gobierno dividido signifique que nunca se hace nada, este paquete bipartidista les dice lo contrario”, afirmó el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, después que los senadores aprobaron la medida el viernes por la noche, horas antes que venciera el plazo.
El Senado aprobó el proyecto por 75 votos a favor y 22 en contra. Los legisladores trataron de votar varias enmiendas y dar su opinión sobre el proyecto y otras prioridades durante el debate en el pleno. Para mediodía no estaba claro si los senadores podrían evitar un breve cierre, aunque la aprobación final nunca estuvo realmente en duda.
“Insto a mis colegas a que dejen de jugar con fuego”, dijo la senadora Susan Collins, la republicana de mayor jerarquía en la Comisión de Asignaciones Presupuestarias del Senado. “Sería irresponsable por nuestra parte no aprobar estos proyectos de ley y hacer el trabajo fundamental que tenemos de financiar el gobierno. ¿Qué es más importante?”.
Las votaciones se produjeron transcurridos más de cinco meses del actual ejercicio presupuestario, luego que los líderes del Congreso recurrieran a una serie de proyectos de ley provisionales para mantener financiadas las agencias federales durante algunas semanas o meses más, al tiempo que luchaban por llegar a un acuerdo sobre el gasto para todo el año.
Al final, se espera que el gasto discrecional total fijado por el Congreso ascienda a unos 1,66 billones de dólares para el ejercicio presupuestario completo que finaliza el 30 de septiembre.
Los republicanos pudieron mantener el gasto no relacionado con la defensa relativamente sin cambios en comparación con el año anterior. Quienes están a favor indican que esto es un progreso en una era en la que los déficits federales anuales de más de 1 billón de dólares son la norma. Pero muchos legisladores republicanos buscaban recortes aún más pronunciados y más victorias políticas.
El caucus House Freedom, del que forman parte docenas de los republicanos más conservadores, instó a los legisladores de ese partido a votar contra el primer paquete de gastos, y el segundo aún se negocia.
Los demócratas evitaron la mayoría de las cláusulas adicionales de política que los republicanos buscaban incluir en el paquete. Por ejemplo, rechazaron un esfuerzo para bloquear nuevas normas que aumenten el acceso a la píldora abortiva mifepristona. También pudieron financiar completamente un programa de nutrición para las mujeres, bebés y niños de bajos ingresos, proporcionando alrededor de 7.000 millones de dólares para lo que se conoce como programa WIC. Esto representa un aumento de 1.000 millones de dólares respecto al año anterior.
No obstante, los republicanos lograron algunas victorias políticas. Una disposición evitará la venta a China de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos. Otro mandato político prohíbe que el Departamento de Justicia investigue a los padres que ejerzan su libertad de expresión en las reuniones del consejo escolar.
Otra disposición fortalece el derecho a portar armas de ciertos veteranos, aunque opositores de la medida consideran que podría facilitar la adquisición de armas de fuego a quienes padecen enfermedades mentales graves como demencia.
Sin embargo, con un Congreso dividido y la Casa Blanca en manos de los demócratas, cualquier proyecto de ley que no tenga el visto bueno de miembros de ambos partidos no tiene posibilidades de ser aprobado.
El proyecto de ley también incluye más de 6.600 proyectos solicitados por legisladores individuales con un costo de alrededor de 12.700 millones de dólares.