Termina ronda de negociaciones sobre Gaza en El Cairo; Israel promete operación militar en Rafah

JERUSALÉN (AP) — La última ronda de conversaciones sobre un alto el fuego en Gaza terminó en El Cairo después de “discusiones serias y profundas”, dijo el domingo el grupo armado palestino Hamás, reiterando demandas clave que Israel nuevamente rechazó.

Después de señales iniciales de progreso, el panorama pareció oscurecerse cuando el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió resistir la presión de la comunidad internacional y seguir con su ofensiva.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó que Hamás no era serio respecto a un acuerdo y advirtió de “una poderosa operación en un futuro muy cercano en Rafah y otros lugares de toda Gaza”, después de que Hamás atacó el principal paso fronterizo de Israel para entregar ayuda humanitaria y mató a tres soldados. El ejército israelí dijo que creía que Hamás atacó a los soldados que estaban concentrados en la frontera de Gaza en preparación para una eventual invasión a Rafah. Hamás dijo que atacó soldados israelíes en la zona.

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Pero los medios israelíes reportaron que el jefe de la CIA, William Burns, uno de los principales mediadores en las conversaciones, se reuniría con Netanyahu el lunes. Un funcionario familiarizado con el asunto dijo a The Associated Press que Burns viajaría para reunirse con el primer ministro de Qatar, que junto con Egipto ha sido un intermediario entre Israel y Hamás. No estaba claro si se produciría el viaje posterior a Israel que se había planeado. El funcionario habló bajo condición de anonimato para hablar de las negociaciones a puerta cerrada.

Israel no envió una delegación a las últimas conversaciones. Los medios de comunicación estatales egipcios informaron que la delegación de Hamás partió hacia Qatar, donde el grupo tiene una oficina política, y regresaría el martes a El Cairo para seguir con las negociaciones.

Otra amenaza a las conversaciones se produjo cuando Israel ordenó el cierre de las oficinas locales de la emisora satelital Al Jazeera, de Qatar, acusándola de transmitir noticias tendenciosas contra Israel. La prohibición no pareció afectar las operaciones del canal en Gaza o Cisjordania.

Netanyahu, bajo presión de los partidarios intransigentes de su gobierno, siguió reduciendo las expectativas de un acuerdo de alto el fuego y calificó de “extremas” las demandas de Hamás, incluida la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza y el fin de la guerra. Eso equivaldría a la rendición tras el ataque de Hamás del 7 de octubre que desencadenó la guerra, aseveró Netanyahu.

El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, había dicho en un comunicado previo que el grupo veía con seriedad y positividad las negociaciones, y que la principal prioridad era detener la agresión israelí en Gaza.

Pero el gobierno de Israel prometió nuevamente proseguir con una operación militar en Rafah, la ciudad más al sur de Gaza, en la frontera con Egipto, donde más de la mitad de los 2,3 millones de residentes de Gaza se refugian actualmente de los ataques israelíes. Rafah es un punto de entrada clave para la ayuda.

Kerem Shalom, ahora cerrado, es otro. El ejército israelí informó que se lanzaron 10 proyectiles contra el cruce y que sus aviones de combate atacaron más tarde el punto de origen. El Canal 12 de la televisión israelí dijo que 10 soldados continúan hospitalizados. No estaba claro cuánto tiempo estará cerrado el cruce.

El director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, pidió una investigación independiente y “rendición de cuentas por el flagrante desprecio hacia los trabajadores humanitarios”. También dijo que esta semana Israel le negó la entrada a Gaza por segunda vez.

El cierre de Kerem Shalom se produjo poco después de que la directora del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, Cindy McCain, afirmara que había una “hambruna en toda regla” en el norte de Gaza, una de las advertencias más notables hasta el momento sobre el costo de las restricciones a la entrada de alimentos y otro tipo de ayuda al territorio. Los comentarios no fueron una declaración formal de hambruna.

En entrevista con NBC, McCain afirmó que la hambruna “avanza hacia el sur” en Gaza y que los esfuerzos de Israel por permitir la entrada de más ayuda no son suficientes. "Tenemos ahora mismo una masa en la frontera exterior, camiones y alimentos suficientes para 1,1 millones de personas para unos tres meses. Necesitamos que eso entre”, afirmó.

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Las enormes necesidades humanitarias de Gaza aumentaron la presión sobre las conversaciones de alto el fuego. La propuesta que los mediadores egipcios presentaron a Hamás establece un proceso en tres fases que supondría un alto el fuego inmediato de seis semanas y la liberación parcial de rehenes, e incluiría algún tipo de retirada israelí. La fase inicial duraría 40 días. Hamás empezaría por liberar a las rehenes civiles a cambio de prisioneros palestinos que están en manos de Israel.

Netanyahu afirmó que Israel ha mostrado voluntad de hacer concesiones, pero que “seguirá luchando hasta que se logren todos sus objetivos”. Eso incluye aplastar a Hamás. Israel dice que debe entrar en Rafah para atacar a los combatientes que quedan allí, a pesar de las advertencias de Estados Unidos y otros sobre el peligro para los civiles.

En un discurso por el día conmemorativo del Holocausto en Israel, Netanyahu manifestó: “A los líderes del mundo les digo que ninguna presión, ninguna decisión de ningún foro internacional impedirá que Israel se defienda”.

En tanto, un ataque israelí lanzado el domingo contra una casa en un campamento de refugiados cerca de Rafah mató a cuatro niños, entre ellos un bebé, y a dos adultos, todos de la misma familia, según el hospital Abu Youssef al-Najjar. Otro ataque israelí contra el campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de Gaza, mató al menos a cinco personas, según el Hospital de los Mártires de Aqsa, que recibió los cadáveres. El ejército israelí dijo que había atacado un centro de mando de Hamás en el centro de Gaza. No mencionó víctimas.

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El ataque transfronterizo de Hamás el 7 de octubre mató a unas 1.200 personas y la milicia tomó como rehenes a otras 250. Israel dice que los combatientes palestinos todavía retienen a unos 100 rehenes y los restos de unas 30 personas más. Netanyahu está bajo mucha presión de las familias de algunos rehenes para poner fin a la guerra y lograr la liberación de los rehenes.

La ofensiva aérea y terrestre de Israel ha matado a más de 34.500 personas, según funcionarios de salud palestinos, que no diferencian entre civiles y combatientes, pero señalan que mujeres y niños constituyen la mayoría de los muertos.

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Chehayeb informó desde Beirut. Los periodistas de The Associated Press Ellen Knickmeyer en Washington, Tia Goldenberg en Tel Aviv, Israel, y Jack Jeffery y Melanie Lidman en Jerusalén contribuyeron a este despacho.

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