NAIROBI, Kenia (AP) — Las autoridades comenzaron a retirar el sábado los cadáveres de los estudiantes que murieron calcinados en la residencia de un internado del centro de Kenia, al tiempo que tratan de localizar a docenas de alumnos que continúan desaparecidos.
Se pidió a los reporteros que esperasen en el exterior del complejo cuando un equipo, que incluía forenses del hospital provincial de Nyeri, instalaban mesas en el exterior del dormitorio el sábado.
Se confirmó que 18 niños de entre 10 y 14 años murieron y otros 27 estaban hospitalizados tras el incendio registrado el jueves por la noche en la escuela primaria de Hillside Endarashal, pero otros 70 siguen en paradero desconocido.
El portavoz del gobierno Isaac Mwaura pidió paciencia a la población mientras las agencias gubernamentales revisan el lugar para determinar el número de muertos y la causa del incendio.
Mwaura dijo que se han contabilizado más de 20 niños hasta el sábado por la tarde, pero no aclaró si esta cifra era una actualización de la cantidad anterior de estudiantes contabilizados que era 86 el viernes por la noche. Agregó que el número de niños fallecidos aún es de 18 y que el proceso llevará más tiempo.
“Estas cifras son todavía preliminares porque el proceso está en curso. …Es un proceso de ADN que llevará varios días”, explicó.
El presidente keniano William Ruto declaró el viernes tres días de luto nacional oficial. La policía sigue investigando la causa del incendio.
El viernes por la tarde se permitió que los ansiosos padres que llevaban todo el día esperando noticias de sus hijos viesen los restos de la residencia. Algunos se derrumbaron al abandonar el lugar.
El gobierno ha instado a los administradores escolares a aplicar las directrices de seguridad para internados, que exigen que los dormitorios sean espaciosos, con tres puertas y sin verjas en las ventanas, para facilitar la salida en caso de incendio.
Los incendios son habituales en los internados en Kenia, a menudo provocados por el consumo de drogas y el hacinamiento, según un reciente informe del Ministerio de Educación. Muchos alumnos acuden a este tipo de centros porque sus padres creen que tendrán más tiempo para estudiar si evitan los desplazamientos largos.
Algunos incendios han sido provocados por los propios estudiantes durante protestas por la carga de trabajo o sus condiciones de vida. En 2017, 10 alumnos de secundaria murieron en un incidente de este tipo en un centro de Nairobi.
El incendio escolar más letal de la historia reciente de Kenia se produjo en 2001, cuando 67 estudiantes perdieron la vida en una residencia en el condado Machakos.