Entierran en Turquía a activista turco-estadounidense asesinada por fuego israelí en Cisjordania

ESTAMBUL (AP) — Una activista turco-estadounidense que murió a manos de las fuerzas israelíes en Cisjordania fue sepultada el sábado en su ciudad natal, en Turquía, frente a miles de personas que llenaron las calles y en medio de una creciente oposición a Israel en el país a causa de un conflicto que amenaza con extenderse por toda la región.

Aysenur Ezgi Eygi, una mujer de 26 años, murió por disparos de un soldado israelí el 6 de septiembre durante una manifestación contra los asentamientos israelíes en Cisjordania, según un manifestante israelí que presenció el tiroteo.

Miles de personas salieron a las calles de la ciudad costera turca de Didim, en el mar Egeo, mientras Eygi era sepultada en un ataúd cubierto con una bandera turca, que solía estar en la residencia de su familia. Junto a su ataúd se colocó un retrato de Eygi con su toga de graduación, mientras la gente le rendía homenaje.

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Su cuerpo fue trasladado previamente desde un hospital hasta la residencia de su familia y de allí a la mezquita central de Didim.

Turquía condenó el asesinato y anunció que llevará a cabo su propia investigación sobre su muerte. “No vamos a dejar la sangre de nuestra hija corra por el suelo y exigimos responsabilidad y rendición de cuentas por este asesinato”, dijo Numan Kurtulmus, presidente del Parlamento turco, a las personas que acudieron al funeral.

El viernes se realizó una necropsia en el Instituto de Medicina Forense de Esmirna. Kurtulmus dijo que el examen mostró que Eygi recibió un disparo en la parte posterior de la cabeza, debajo de la oreja izquierda.

El ejército de Israel dijo el martes que posiblemente Eygi fue baleada “de forma indirecta y no intencional” por las fuerzas israelíes.

Su muerte fue condenada por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, mientras Washington, Egipto y Qatar presionan para lograr un cese el fuego después de 11 meses de guerra entre Israel y Hamás y la liberación del resto de rehenes en poder de Hamás. Las conversaciones se han estancado en varias ocasiones mientras Israel y Hamás se acusan mutuamente de plantear nuevas e inaceptables exigencias.

La guerra comenzó cuando combatientes encabezados por Hamás mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, en una incursión al sur de Israel el 7 de octubre. Además, tomaron a otras 250 personas como rehenes, de las cuales aún retienen a cerca de un centenar. La mayoría fueron liberados como parte de un intercambio por palestinos presos en Israel durante una tregua de una semana, en noviembre pasado. Se cree que alrededor de una tercera parte de los rehenes que siguen cautivos están muertos.

Los israelíes están cada vez más frustrados con el gobierno por no alcanzar un cese el fuego con Hamás para liberar a los rehenes restantes. Miles de israelíes salieron la noche del sábado a las calles de Tel Aviv para exigir al primer ministro Benjamin Netanyahu que concrete la liberación de los rehenes restantes.

En una de las concentraciones, Anat Angrest, madre del soldado secuestrado Matan Angrest, compartió una grabación de voz que su hijo le mandó desde su cautiverio, en la que le pedía a Netanyahu que llegue a un acuerdo. “Quiero ver a mi familia y amigos”, decía Matan en el mensaje. Angrest se dirigió entonces al jefe de la agencia de espionaje israelí Mossad.

“¿Dónde están, equipo negociador? Hace más de ocho meses que no hay acuerdo ¿qué hacen?”.

El enojo ha ido en aumento desde que se recuperaron los cadáveres de seis rehenes en un túnel bajo la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, a principios de este mes. El ejército dijo que los seis fueron asesinados poco antes de que las fuerzas israelíes llegaran a rescatarlos.

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Shurafa informó desde Deir al Balah, en la Franja de Gaza. Los periodistas de The Associated Press Samy Magdy, en El Cairo, Sam Metz en Rabat, Marruecos, y Eleanor H. Reich, en Nueva York, contribuyeron a este despacho.

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