PESHAWAR, Pakistán (AP) — Manifestantes en el turbulento noroeste de Pakistán entonaban consignas antigubernamentales el viernes, mientras se realizaban las oraciones fúnebres por 42 musulmanes chiíes emboscados y asesinados el día anterior por hombres armados, en uno de los ataques más mortales ocurridos en la región en los últimos años.
Las víctimas viajaban el jueves en un convoy desde la ciudad noroccidental de Parachinar hacia Peshawar, la capital de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, cuando se produjo el ataque. Entre los fallecidos se encontraban seis mujeres, y otras 20 personas resultaron heridas.
Los sobrevivientes dijeron que los atacantes salieron de un vehículo y dispararon contra los autobuses y automóviles. Nadie ha reivindicado el ataque y la policía no ha identificado un motivo.
El ataque del jueves ocurrió en Kurram, una zona donde predominan los musulmanes chiíes. Los enfrentamientos sectarios entre el grupo y los musulmanes suníes, que son mayoría en Pakistán, han provocado la muerte de docenas de personas en los últimos meses.
El anciano tribal, Jalal Bangash, dijo que los cuerpos comenzaron a llegar a la ciudad el jueves por la noche. El grupo comunitario chií Anjuman Hussainia Parachinar anunció tres días de luto.
Los ataúdes estaban cubiertos con tela blanca que llevaba caligrafía roja. Decía “Labbaik ya Hussein”, una expresión chií en recuerdo del martirio en el siglo VII de Hussein, nieto del profeta Mahoma, que dio origen a su fe.
Los lugareños llevaban los ataúdes en alto por Parachinar mientras la gente abarrotaba las calles. Mercados, tiendas, carreteras y escuelas estaban cerrados. Los lugareños y familiares de las víctimas organizaron una sentada, exigiendo acción contra los perpetradores.
Ali Ghulam perdió a su sobrino en el ataque.
“Era un hombre muy inocente y noble, de solo 40 años, y dejó niños pequeños”, dijo Ghulam. “Trabajaba para alimentar a sus hijos, nunca peleó con nadie. Ahora estamos preocupados por su familia y qué haremos por ellos”.
Las protestas comenzaron en varias partes de la ciudad, y las personas entonaban consignas antigubernamentales. Algunos manifestantes incendiaron puestos de control y la puerta en la entrada de la ciudad. Los ancianos han pedido calma.
Los musulmanes chiíes constituyen aproximadamente 15% de la población de Pakistán, compuesta por 240 millones de personas de mayoría suní, y donde ambas comunidades han tenido episodios de animosidad sectaria desde hace mucho tiempo.
Aunque ambos grupos suelen convivir pacíficamente, en algunas áreas han existido tensiones durante décadas, especialmente en varias partes de Kurram.
Docenas de personas de ambos grupos han sido asesinadas desde julio, cuando estalló una disputa por tierras en Kurram, que luego se convirtió en violencia sectaria generalizada.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.