MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Esta teoría se originó en gran parte a partir de los relatos del historiador griego Herodoto (484-425 a.C), quien observó que los armenios estaban armados al estilo frigio cuando servían en el ejército persa. Los lingüistas respaldaron aún más esta teoría, sugiriendo que la lengua armenia comparte vínculos con el subgrupo traco-frigio de las lenguas indoeuropeas.
Pero el primer estudio de genoma completo desafía esta creencia sostenida durante mucho tiempo, al revelar que no existe un vínculo genético significativo entre los armenios y las poblaciones de la región de los Balcanes. El estudio compara genomas armenios modernos recién generados y datos genéticos publicados de individuos antiguos de las tierras altas de Armenia con genomas modernos y antiguos de los Balcanes.
"Durante siglos, las creencias históricas han moldeado nuestra comprensión del pasado, lo que a menudo nos lleva a aceptar teorías como verdaderas", dijo en un comunicado la Dra. Anahit Hovhannisyan, becaria en la Escuela de Genética y Microbiología del Trinity College de Dublín y primera autora del estudio, recién publicado en The American Journal of Human Genetics.
"Sin embargo, con la disponibilidad de la secuenciación del genoma completo y el avance de la investigación del ADN antiguo, ahora podemos cuestionar y replantear estas ideas sostenidas durante mucho tiempo, revelando una visión mucho más matizada y científicamente fundamentada de la historia de las poblaciones humanas".
Los investigadores responsables del nuevo estudio también refutaron otra creencia: las afirmaciones de una ascendencia asiria para los sasun, una población armenia que habitaba la parte sur de las tierras altas de Armenia (actual sureste de Turquía). Esta conexión había sido mencionada en muchas fuentes históricas, incluida la Biblia, en textos cuneiformes e historias tradicionales locales. En cambio, descubrieron que los sasun habían experimentado una contracción significativa de tamaño en el pasado reciente, lo que los distingue de otras poblaciones.
"Al comprobar la continuidad genética en las tierras altas de Armenia, encontramos un aporte genético a la región de una fuente vinculada a los agricultores neolíticos del Levante en algún momento después de la Edad del Bronce Temprano. En términos de tiempo y ascendencia genética, esto se alinea con hallazgos anteriores en regiones adyacentes, lo que nos permite concluir que hubo un movimiento a gran escala posterior a la Edad del Bronce Temprano en todo Oriente Medio.
"Las preguntas sobre exactamente dónde y cuándo vino, así como qué desencadenó una ola migratoria tan generalizada, siguen sin respuesta y aún están por estudiar", dijo Andrea Manica, profesor de la Universidad de Cambridge, quien es el último y coautor principal de la publicación.
Los investigadores también arrojaron luz sobre la estructura de la población y la variación genética de diferentes grupos armenios, y descubrieron que las poblaciones de las partes oriental, occidental y central de las tierras altas de Armenia muestran un nivel relativamente alto de similitud.