BELGRADO (AP) — El presidente de Serbia acusó el martes a los servicios de inteligencia extranjeros de intentar derrocarlo en medio de protestas crecientes en el estado balcánico y afirmó que no huiría del país como el derrocado líder sirio Bashar Assad.
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El presidente Aleksandar Vučić publicó un video en Instagram diciendo: “Lucharé por Serbia y serviré solo a mi pueblo serbio y a todos los demás ciudadanos de Serbia, nunca serviré a extranjeros, a aquellos que buscan derrotar, humillar y destruir Serbia”, añadió.
Los opositores del líder populista lo comparan con Assad, quien huyó a Moscú tras un sorprendente avance rebelde, poniendo fin al medio siglo de gobierno de hierro de su familia.
Los opositores de Vučić en Serbia lo han comparado con Assad y otros dictadores mundiales, prediciendo que él también podría intentar huir del país si pierde su control del poder en medio de las protestas desencadenadas por el colapso del techo de una estación de tren en la ciudad norteña de Novi Sad, que mató a 15 personas el 1 de noviembre.
Los manifestantes en Novi Sad, Belgrado y otras ciudades serbias han culpado el mortal colapso a la corrupción que permitió un mal trabajo de renovación en la estación en Novi Sad. Esas obras fueron parte de un acuerdo más amplio con compañías estatales chinas involucradas en varios proyectos de infraestructura en el país balcánico.
El colapso se ha convertido en un punto crítico para una insatisfacción más amplia con el gobierno autocrático de Vučić, reflejando las demandas públicas por cambios democráticos en el país.
En el video, Vučić alegó que las protestas, a las que recientemente se han unido estudiantes universitarios, están financiadas desde Occidente con la intención de derrocarlo a él y a su gobierno del poder “con diversas tácticas híbridas empleadas para socavar el país”.
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“Si piensan que soy Assad, y que huiré a algún lugar, no lo haré”, dijo Vučić.
Vučić dijo que en los próximos días y semanas, expondrá “en detalle completo cuánto dinero se pagó durante los últimos cuatro años para destruir Serbia” y convertirla en un Estado vasallo, “que no tomaría sus propias decisiones ni elegiría su propio futuro, sino que tendría que escuchar y servir a alguien más”.
La nación balcánica está buscando formalmente la membresía en la Unión Europea mientras mantiene lazos estrechos tanto con Rusia como con China. Vučić, quien afirma la neutralidad política de Serbia, ha prometido repetidamente nunca unirse a las sanciones occidentales contra Moscú por su invasión de Ucrania.
En un movimiento que podría desviar aún más a Serbia de sus ambiciones proclamadas de la UE, los legisladores del Parlamento nacional han comenzado a deliberar un proyecto de ley que establecería un registro de “agentes extranjeros” — una copia exacta de una ley restrictiva previamente adoptada en Rusia.
El proyecto de ley tiene como objetivo regular a organizaciones e individuos que reciban más del 50% de su financiación de fuentes extranjeras. Críticos tanto dentro de Serbia como internacionalmente han advertido que tal ley podría estigmatizar a las organizaciones de la sociedad civil, obstaculizar sus operaciones y limitar la libertad de expresión.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.