Un vuelo de American Airlines con destino a Carolina del Norte se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK) tras un inesperado choque con un pájaro que dejó inutilizable uno de los motores de la aeronave.
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El vuelo 1722 despegó del Aeropuerto La Guardia (LGA) poco después de las 7:20 p.m. rumbo al Aeropuerto Internacional Charlotte Douglas. Sin embargo, apenas superó la costa de Long Island cuando el Airbus A321 sufrió un impacto en su motor derecho, lo que provocó daños significativos y obligó a los pilotos a desviar la ruta hacia JFK, según datos de radar de vuelo.
Los pasajeros salieron ilesos afortunadamente
A pesar de las dificultades, el avión logró aterrizar de manera segura impulsado únicamente por su motor izquierdo. Los pasajeros, aunque físicamente ilesos, vivieron momentos de angustia extrema. Amy Stamper, una pasajera de Tennessee, describió el incidente como aterrador: “Hubo un par de explosiones pequeñas y un incendio. Pensé que iba a morir”.
Otro pasajero, que prefirió mantenerse en el anonimato, relató cómo las llamas en el cielo y el sonido de las explosiones le hicieron temer lo peor. “Recé. Durante unos 30 segundos, pensé que todo había terminado”, comentó.
La Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey confirmó que el incidente no dejó heridos y destacó la rápida reacción de los pilotos, quienes lograron maniobrar el avión con seguridad bajo condiciones adversas.
El suceso pone de manifiesto los riesgos que enfrentan las aeronaves debido a la presencia de aves cerca de los aeropuertos, un problema que, aunque poco común, puede tener consecuencias graves. Las autoridades han iniciado una investigación para evaluar los daños al avión y mejorar las medidas de seguridad en los alrededores del aeropuerto.
A pesar del susto, todos los pasajeros y la tripulación pudieron continuar su viaje tras el incidente, agradecidos por la pericia de los pilotos y el desenlace seguro.
