MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
"Miramos el 2025 con la certeza de que es un año crucial para hacer una empresa distinta, más humana, más social y con las personas en el centro. Asuntos como la implementación de los derechos humanos en toda la cadena de valor, el diálogo intergeneracional, el liderazgo responsable, el interés creciente en los asuntos ESG y la evaluación de la sostenibilidad y el impacto social de una organización por parte de los inversores o la medición del impacto social de las compañías serán grandes palancas en términos organizacionales y sociales", ha vaticinado la directora general de Fundación SERES, Ana Sainz.
En este sentido, ha reiteado que este año quedará "patente que lo social es una fuente de nuevas oportunidades para las empresas". "Su valor estratégico reside precisamente en la transformación que está suponiendo para las compañías y en una nueva manera de hacer empresa. Un cambio de mentalidad del cumplimiento al valor y la oportunidad, con una mirada en el largo plazo", ha argumentado.
A su juicio, no hay que olvidar "el reto de una empresa comprometida pero también competitiva capaz de conectar el progreso económico y social, que no deje a nadie atrás". "Es necesario conectar lo económico con lo social, porque sería un error considerarlos por separado", ha alertado, al tiempo que ha enfatizado en "el efecto tractor de la Alta Dirección en el diseño de políticas, buenas prácticas y medidas que favorezcan una empresa más responsable y enfocada en las personas" así como en la importancia de la comunicación, donde el Mapa SERES de Huella Social va a "ayudar a las empresas y avanzar en cómo medir lo social en proyectos de negocio a través de una metodología".
"El camino hacia la transformación de empresas más innovadoras y comprometidas exige pensar en el largo plazo y en el impacto de la sostenibilidad en el negocio, con el foco en colocar en el centro a las personas", ha resumido.
Sobre los avances de 2024, las organizaciones consultadas han hecho alusión a la Directiva de Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD) que obliga a las empresas a informar sobre el impacto de su actividad en el ámbito de la sostenibilidad; a la directiva de diligencia debida sobre sostenibilidad corporativa (CSDDD, por sus siglas en inglés), que prevé multas y sanciones para las grandes empresas que socaven los derechos humanos y el medio ambiente, o a la Directiva sobre reclamaciones ecológicas (Green Claims), todas impulsadas por la Unión Europea.
Al respecto, desde el Pacto Mundial de la ONU España, su CEO Cristina Sánchez, ha calificado 2024 de "año clave en el avance de la sostenibilidad empresarial" y ha afirmado que "la gestión sostenible de la cadena de suministro se ha consolidado como una de las tendencias más relevantes en próximos años". En este punto, ha hecho alusión a su programa de capacitación Proveedores Sostenibles que, desde su lanzamiento en 2023, ha permitido que más de 5.800 pymes vinculadas a 50 grandes empresas españolas accedan a formación en sostenibilidad.
Para 2025, ha augurado que será "un punto de inflexión en materia normativa, tras un 2024 marcado por una fuerte actividad regulatoria". "En 2025 se prevé que la UE apueste por simplificar el marco normativo a través del 'Paquete Omnibus'", ha detallado Sánchez, que también ha vaticinado "un auge de la innovación tecnológica en sostenibilidad empresarial, especialmente ligada a la inteligencia artificial (IA)", aunque ha alertado de "los riesgos éticos y ambientales que ésta arroja".
Por todo ello, ha considerado que se está "entrando en una etapa de madurez de la sostenibilidad empresarial, en la que se está otorgando un peso cada vez mayor a las estrategias de sostenibilidad dentro de las organizaciones, también respaldado por la alta dirección", lo que impacta "en la proliferación de las 'green skills', con un aumento de la demanda de profesionales capacitados en sostenibilidad, y en el crecimiento de las finanzas sostenibles".
"En España, la inversión sostenible alcanzó en 2023 los 236.894 millones de euros, representando ya el 49% del total del patrimonio gestionado. Esta tendencia continuará en 2025, impulsada por el desarrollo de marcos regulatorios más claros y la creciente demanda de inversores y consumidores por soluciones financieras responsables", ha zanjado.
La directora general de Quiero, Sandra Pina, ha destacado, al hilo de las normativas de 2024, que, "a largo plazo, el reporting y la medición obligatorias son algo bueno pues lo que es medido, puede ser gestionado", sin olvidar que las compañías "han empezado a considerar por fin de manera seria la biodiversidad, por sus riesgos significativos operativos y económicos cada vez más obvios".
"Según un informe realizado por WAS y Schneider, el 38% de empresas tiene planes de adaptación al cambio climático. La adaptación no se ha puesto en la mesa por no ser políticamente correcto ni sexy a ningún nivel, pero será el año de la conversación de adaptación entre empresas, ciudadanía, sociedad, sector financiero, medios y gobiernos locales", ha razonado al respecto, sin olvidar la IA.
"Veremos cómo se fortalece el pilar social de la sostenibilidad: el envejecimiento de la población, la diversidad, la IA, el talento verde, junto con la necesidad de integrar la dimensión social en la gestión de las cadenas de suministro, lo que va a hacer que el pilar social tenga más protagonismo", ha concluido.
"NUEVA FORMA DE HACER EMPRESA"
El CEO de Corporate Excellence - Centre for Reputation Leadership Ángel Alloza ha señalado por su parte que 2024 "deja evidencias y certezas del avance hacia la intangibilización empresarial que recorren las organizaciones" y ha avanzado que, de cara al futuro, se perfila "una nueva forma de hacer empresa enfocada en la creación de valor en el largo plazo".
"En 2025 se consolidará este claro posicionamiento por parte de la sociedad sobre el gran rol al que las empresas están llamadas a responder: las personas esperan de ellas una conversión hacia agentes del cambio, de transformación y de empuje social desde una perspectiva positivista. Este año veremos cómo este modelo que se apalanca en la gestión estratégica de los activos intangibles realizará una apuesta firme por la gestión de la reputación corporativa y la mitigación de riesgos reputacionales", ha razonado.
En su opinión, "la integración de la sostenibilidad en la estrategia de negocio, el desarrollo de un liderazgo responsable anclado en el propósito corporativo o la construcción de marcas conscientes y conectoras serán temas prioritarios en la agenda empresarial de los próximos meses".
Desde Foro NESI, su cofundador y director Diego Isabel, ha señalado que se han marcado para este 2025 "promover la incidencia colaborativa entre las organizaciones de la economía de impacto para aportar soluciones innovadoras a problemas del país", además de trabajar para lograr "un equilibrio territorial a través de la descentralización económica y laboral, como estrategia para mejorar la conciliación, mejorar la calidad de vida de las personas y frenar el cambio climático".
En su opinión, este 2024 se han "vivido grandes avances en el ecosistema de la economía de impacto, con más emprendedores sociales, más empresas que apuestan por la sostenibilidad como las B Corp y se ha aumentado el capital dedicado a inversión de impacto". "Todo esto hace que afrontemos el 2025 lleno de esperanza y con muchas ganas de seguir creando impacto positivo", ha reflexionado.