El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo a los residentes de Groenlandia que “los trataremos bien” mientras su hijo mayor visitaba el territorio danés, rico en minerales, que alberga una gran base militar estadounidense.
Trump Jr. realizó el viaje de un día para grabar contenido de video para un podcast, según una persona familiarizada con los planes y que no estaba autorizada para hablar públicamente. El hijo mayor de Trump se ha convertido en un prominente elemento del movimiento político de su padre y ha trabajado en su equipo de transición presidencial.
La visita, no obstante, tiene fuertes connotaciones políticas. El presidente electo ha expresado su deseo —que también manifestó durante su primera presidencia— de adquirir el vasto territorio ártico, una zona de importancia estratégica para Estados Unidos, China, Rusia y otros países.
Trump publicó el martes un video donde muestra un avión con la palabra TRUMP aterrizando en Nuuk, la capital del territorio ártico, en un paisaje de picos nevados y fiordos.
“Don Jr. y mis representantes aterrizando en Groenlandia”, escribió Trump. “La recepción ha sido genial. Ellos, y el mundo libre, necesitan seguridad, fuerza y PAZ. ¡Este es un acuerdo que debe suceder! MAGA. ¡DEVOLVAMOS LA GRANDEZA A GROENLANDIA!”, destacó Trump en alusión a su lema de campaña Make American Great Again (devolvamos la grandeza a Estados Unidos).
En un comunicado, el gobierno de Groenlandia dijo que la visita de Trump Jr. se llevaba a cabo “como un particular” y no como una visita oficial, y que no se reuniría con representantes groenlandeses.
Mininguaq Kleist, secretario permanente del ministerio de Estado y asuntos exteriores de Groenlandia, dijo a The Associated Press que se informó a las autoridades que Trump Jr. permanecería de 4 a 5 horas. Ni la delegación de Trump Jr. ni los funcionarios del gobierno groenlandés solicitaron una reunión, señaló.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, dijo el martes que el futuro de Groenlandia lo decidirá Groenlandia, y calificó a Estados Unidos como el aliado más importante de Dinamarca. “Groenlandia no está en venta”, dijo Frederiksen, y añadió que “necesitamos mantener la calma y apegarnos a nuestros principios”.
Groenlandia, la isla más grande del mundo, se encuentra entre los océanos Atlántico y Ártico, y 80% de su superficie está cubierta por una capa de hielo. El territorio autónomo tiene unos 56.000 residentes, la mayoría de ellos indígenas inuit.
El primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, ha llamado a la independencia de la isla. En un discurso de Año Nuevo expresó que sería una forma de que Groenlandia se libere de su pasado colonial. Pero también ha dicho que no tiene interés en que Groenlandia se convierta en parte de Estados Unidos, e insistió en que la isla no está en venta.
La independencia se ha convertido en un tema clave previo a una elección parlamentaria en el territorio. Aún no se ha establecido una fecha, pero debe realizarse a más tardar el 6 de abril.
Groenlandia, una antigua colonia de Dinamarca, obtuvo el autogobierno en 1979, que ejerce a través de su parlamento. Copenhague aún tiene control sobre la política exterior y de defensa del territorio. Un tratado con Estados Unidos, que incluyó la base estadounidense, también otorga voz a Washington sobre la defensa del territorio.
El rey danés Frederik X ha reivindicado los derechos de su reino a Groenlandia y a las Islas Feroe, un archipiélago autónomo ubicado entre Islandia y Noruega, en el Atlántico norte. El poder del rey es mayormente simbólico.
El mes pasado, el rey emitió un decreto real para cambiar el escudo de armas de Dinamarca e incluir campos que representan a Groenlandia y las Islas Feroe. Groenlandia está representada por un oso plateado con lengua roja. En el anuncio real se indica que, desde 1194, el escudo real de armas “simboliza visualmente la legitimidad y la soberanía del Estado y del monarca”.
“Todos estamos unidos y cada uno de nosotros está comprometido por el Reino de Dinamarca”, dijo Frederik en su discurso de Año Nuevo, y añadió: “Hasta Groenlandia”.
La idea de que Estados Unidos compre Groenlandia, ubicada cerca de la masa continental de América del Norte, no es nueva, y los primeros intentos se realizaron a finales del siglo XIX.
Durante su primer mandato, Trump contempló la idea de comprar Groenlandia. Canceló un viaje a Dinamarca en agosto de 2019 cuando la primera ministra desestimó la idea.
Reviviendo el tema en un comunicado emitido el mes pasado para anunciar al funcionario elegido como embajador de Estados Unidos en Dinamarca, Trump escribió: “Por motivos de seguridad nacional y libertad en todo el mundo, Estados Unidos de América considera que la propiedad y el control de Groenlandia son una absoluta necesidad”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.