ESTAMBUL (AP) — Los vuelos comerciales entre Turquía y Siria se reanudaron el jueves después de 13 años con un vuelo de Turkish Airlines desde Estambul a Damasco.
Los medios turcos mostraron a familias sirias envueltas en su bandera nacional cantando canciones de apoyo a la oposición y vitoreando mientras se preparaban para abordar el vuelo TK0846 a Damasco. Los pasajeros continuaron sus celebraciones dentro del avión, cantando el himno rebelde “Mantén la cabeza en alto, eres un sirio libre”. Un hombre sollozaba mientras esperaba el despegue.
“Extrañé Siria y estoy feliz de volver a volar”, dijo Fuad Abdulhalid, quien ha vivido en Turquía durante 12 años.
Otro pasajero, Nail Beyazid, expresó esperanza mientras se preparaba para visitar su hogar por primera vez desde que huyó de Siria.
“Estamos muy felices de que (Siria) haya sido liberada, y la situación es muy buena”, indicó Beyazid. “Teníamos una casa, una fábrica. También teníamos coches, que ahora se han perdido. Vamos a regresar para echar un vistazo”.
Desde la ofensiva relámpago de los rebeldes que expulsó al presidente sirio Bashar Assad hace un mes, los países árabes y occidentales que habían cortado relaciones con el gobierno anterior han estado reanudando relaciones diplomáticas con las nuevas autoridades de facto de Siria, encabezadas por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham, o HTS.
El primer vuelo comercial internacional desde la caída de Assad, un avión de Royal Jordanian Airlines, aterrizó en Damasco a principios de este mes.
Turquía, un aliado clave de las nuevas autoridades de Siria, ha expresado su intención de invertir en su economía y ayudar en sus sectores eléctrico y energético debilitados.
El CEO de Turkish Airlines, Bilal Eksi, anunció a principios de este mes que la aerolínea volaría tres veces por semana entre Estambul y Damasco. La medida siguió a una visita a Ankara por parte del ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Asaad al-Shibani, quien se reunió con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y otros funcionarios.
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Contribuyeron a esta nota los corresponsales Kareem Chehayeb en Beirut, Líbano, y Albert Aji en Damasco, Siria
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.