NUEVA YORK (AP) — A Ka’Von Wooden le encantaban los trenes. El joven de 15 años tenía un conocimiento enciclopédico del sistema de metro de la ciudad de Nueva York y soñaba con convertirse en operador de trenes.
Sin embargo, una mañana de diciembre de 2022, Ka’Von falleció después de subirse al techo de un tren J en movimiento en Brooklyn y caer a las vías mientras se dirigía hacia el puente de Williamsburg.
Ka’Von es uno de los más de una docena de neoyorquinos, muchos de ellos jóvenes, que han muerto o resultado gravemente heridos en los últimos años al intentar “surfear en el metro”, una práctica que data de hace un siglo pero que ha sido impulsada por las redes sociales.
Las autoridades han intentado abordar el problema con campañas de concienciación pública y el despliegue de drones para atrapar en plena acción a aquellos que buscan emociones fuertes. Pero para algunos, una pregunta más fundamental no está siendo abordada: ¿Por qué se permite a niños como Ka’Von subir a los vagones subterráneos?
“Cuando Ka’Von murió... literalmente dos semanas después, otro niño murió. Y otro más. Eso no tiene sentido”, dijo su madre, Y’Vonda Maxwell, a The Associated Press, señalando que los funcionarios de tránsito y las autoridades no han hecho lo suficiente. ”¿Por qué mi hijo no debería haber sido el último?”.
Hacer que los trenes sean más difíciles de escalar y que los surfistas de trenes sean más fáciles de detectar con cámaras y sensores, podría ser parte de la solución, según algunos expertos. La Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA, por sus siglas en inglés), que opera el sistema de metro, ha dicho que está estudiando el problema. Pero aún no ha presentado propuestas para usar tecnología o barreras físicas que podrían dificultar que las personas se suban a los trenes.
Seis personas murieron surfeando en trenes del metro de Nueva York el año pasado, frente a cinco en 2023.
Tyesha Elcock, la trabajadora de la MTA que operaba el tren en el que Ka’Von viajaba el día que murió, está entre quienes piensan que se debería hacer más para prevenir muertes.
El primer signo de problemas ese día fue cuando se activó el freno de emergencia del tren, dijo.
Elcock descubrió el cuerpo de Ka’Von entre el séptimo y el octavo vagón del tren. Un grupo de adolescentes con rostros tristes dejó claro lo que había ocurrido. ”¿Dejaron a su amigo allí atrás?”, les preguntó.
Elcock dijo que otro operador que viajaba en dirección opuesta vio a Ka’Von en el techo del tren y lo reportó por radio. Debido al servicio irregular de radio, explicó, no recibió la advertencia.
Pero ella piensa que una solución aún más simple podría haber salvado la vida de Ka’Von: cerrar con llave las puertas en los extremos de los vagones del metro. Eso cortaría el acceso a los estrechos espacios entre los vagones del tren donde los surfistas del metro usan agarraderas para izarse hasta el techo.
“Ciérrenlo cuando estemos en servicio para que la gente no pueda subir y estar en la parte superior del tren”, dijo Elcock.
Los líderes de la MTA han dicho que están investigando posibles formas de prevenir el surf en el metro, incluyendo soluciones de ingeniería, pero la agencia se negó a poner a disposición a alguno de sus expertos en seguridad para una entrevista.
En 2023, Richard Davey, entonces jefe de autobuses y metros para la MTA, dijo que los funcionarios estaban “considerando” la opción de cerrar con llave las puertas entre vagones, lo que actualmente solo se hace en un puñado de trenes de la década de 1980. Pero, explicó, cerrar las puertas “trae sus propios riesgos”. Algunos neoyorquinos se han quejado de que cerrar los pasajes entre los vagones del tren podría impedirles escapar a otra parte del tren durante una emergencia.
El año pasado, a preguntas de funcionarios municipales y periodistas, los funcionarios de la MTA descartaron otras intervenciones físicas, como la construcción de más barreras para impedir el acceso a las vías o la colocación de cubiertas en los huecos entre los vagones para evitar que los aspirantes a surfistas subieran.
“Escuchen, hay que poder trabajar encima de un vagón de tren”, dijo el director general de la MTA, Janno Lieber, en una rueda de prensa, y añadió que no se puede “cubrir con alambre de púas”.
La MTA ha pedido a las empresas de redes sociales que retiren los videos que exaltan el surf en el metro. También ha promovido anuncios de servicio público en los que se dice a la gente: “Viaja dentro, mantente vivo”, con voces de adolescentes de la ciudad.
Más de 300.000 niños de las escuelas de la ciudad de Nueva York usan el metro para ir y volver de la escuela cada día.
La policía de Nueva York informó que los arrestos de presuntos surfistas del metro aumentaron a 229 el año pasado, frente a 135 el año anterior. La mayoría eran niños, con una edad promedio de alrededor de 14 años, según la policía. El más joven tenía nueve años.
Branislav Dimitrijevic, profesor de ingeniería del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey, dijo que adaptar los trenes para prevenir el acceso al techo sería costoso.
“Hay tantas historias en el transporte donde las cosas pueden arreglarse, pero cuestan mucho dinero. Y luego le preguntas al público, ‘¿Están dispuestos a (pagar) para que arreglemos esto? Pero sus impuestos subirían tremendamente’. Y la gente dice ‘no’”, indicó Dimitrijevic.
El docente sugirió que la MTA podría ser capaz de instalar cámaras y usar inteligencia artificial para detectar a los pasajeros que intentan subir a un tren. Andrew Albert, un miembro no votante de la junta de la MTA, dijo que ha estado preguntando a la agencia sobre la viabilidad de sensores físicos pero no ha obtenido respuesta.
La policía de Nueva York ha patrullado rutas populares de surf en el metro con drones, pero no puede realizar esta labor en todas partes a la vez.
Los trenes en algunas otras ciudades, como Hong Kong y Dubái, no son fácilmente escalables. Tienen cuerpos aerodinámicos, carecen de asas en el exterior y no se abren entre vagones.
Algunos sistemas ferroviarios han recurrido a tácticas extremas para evitar que la gente viaje en la parte superior de los trenes. En Indonesia, los funcionarios ferroviarios alguna vez instalaron mazos metálicos colgantes para tratar de disuadir a los pasajeros de viajar encima de los vagones del tren para evitar el hacinamiento. También intentaron rociar a los pasajeros con pintura roja y golpearlos con escobas.
La MTA ha comprado recientemente algunos vagones nuevos que no tienen los huecos al aire libre que aprovechan los surfistas, pero representan sólo una pequeña parte del número actualmente en servicio, y no se instalarán pronto en las líneas más frecuentadas por los que surfean en el metro.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.