MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este lunes la suspensión de sus actividades en el campamento de desplazados de Zamzam, situado en los alrededores de la ciudad sudanesa de El Fasher (oeste), a causa del repunte de los combates entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el marco de la guerra desatada en abril de 2023 en el país africano.
La ONG ha afirmado en un comunicado que estas "peligrosas condiciones" en Zamzam, en el estado de Darfur Norte, "hacen imposible continuar dando asistencia médica". "A pesar de la hambruna generalizada y las inmensas necesidades humanitarias, no tenemos otra opción que tomar la decisión de suspender todas nuestras actividades en el campamento, incluido el hospital de campaña de MSF", ha subrayado.
Así, ha especificado que durante las tres primeras semanas de febrero, los equipos de MSF en Zamzam han recibido a 139 heridos en el hospital de campo, "la mayoría de ellas con heridas de bala y metralla", antes de detallar que la instalación "no puede realizar cirugías por traumatismos a personas en estado crítico" ya fue diseñada para hacer frente a la "masiva crisis de desnutrición" en el campamento, donde el año pasado se declararon "condiciones de hambruna".
El jefe de la misión de MSF en Sudán, Yahya Kalilah, ha apuntado que "once pacientes han muerto en el hospital de MSF, entre ellos cinco niños, porque no pudimos tratarlos adecuadamente ni enviarlos al Hospital Saudí, la única instalación con capacidades quirúrgicas en El Fasher", una ciudad sometida a un cerco desde hace meses por parte de las RSF.
Además, ha denunciado que dos ambulancias de la organización fueron tiroteadas entre enero y diciembre cuando trasladaban pacientes desde el campamento a El Fasher y ha puntualizado que "ahora es incluso más peligroso", lo que provoca que "muchas personas, incluidos pacientes que requieren cirugía por traumatismos o cesáreas de emergencia, estén atrapadas en Zamzam".
La zona ha sido escenario de un repunte de los combates durante los últimos meses, incluidos varios ataques contra el campamento, donde viven unas 500.000 personas, por parte de las RSF, que tendieron su cerco a la ciudad hace diez meses con el objetivo de forzar una retirada del Ejército, que intenta mantener sus posiciones en la localidad, capital de Darfur Norte.
Por ello, Kalilah ha lamentado que detener las operaciones "en medio de un desastre cada vez más grave" en el campamento de desplazados supone "una decisión desgarradora". "Durante más de dos años, nuestros equipos han hecho todo lo posible para proporcionar asistencia contra viento y marea, a pesar del asedio, la escasez de suministros y otros muchos desafíos, pidiendo y esperando una respuesta humanitaria ampliada que nunca se materializó", ha señalado.
"Sin embargo, mientras la batalla por El Fasher continúa y ahora llega directamente al campamento de Zamzam, actualmente no se cumplen las condiciones de seguridad más mínimas para que podamos quedarnos", ha argumentado. "La pura proximidad de la violencia, las grandes dificultades para enviar suministros, la imposibilidad de enviar personal experimentado para brindar el apoyo adecuado y la incertidumbre sobre las rutas de salida del campamento para nuestros colegas y civiles nos dejan con pocas opciones", ha recalcado.
El campamento de Zamzam ha recibido recientemente la llegada de nuevos desplazados de Abú Zerega, Shagra y Saluma, quienes están ahora viviendo en escuelas, edificios comunitarios e incluso bajo árboles, al raso. Estas personas han relatado a MSF casos de viviendas incendiadas, saqueos, violencia sexual, asesinatos y otros abusos en las localidades situadas en los alrededores de El Fasher.
Por ello, la organización no gubernamental ha pedido a las partes en conflicto que protejan a los civiles y que permitan a aquellos que quieran huir que lo hagan de forma segura, al tiempo que ha subrayado que mantiene sus operaciones en Tauila mientras analiza vías para poder dar ayuda a los residentes en Zamzam y El Fasher sin que su personal se vea expuesto a "riesgos inaceptables".
MSF ha reseñado que sus equipos siguen respondiendo a una "desnutrición catastróficas" y "crisis sanitarias" a causa del conflicto en Darfur Occidental, Central y Meridional, al tiempo que ha reiterado su llamamiento a incrementar la entrega de ayuda y a que las partes garanticen la seguridad de estos envíos a la población en situación de necesidad en diversos puntos de Sudán.
La guerra civil en el país africano estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir a través de un golpe de Estado militar tras semanas de protestas.