MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado el elevado nivel de incertidumbre de las políticas económicas, particularmente cuando Estados Unidos está introduciendo cambios significativos en áreas como la política comercial, los impuestos, el gasto público, la inmigración y la desregulación, con implicaciones para la economía estadounidense y el resto del mundo.
"La incertidumbre con respecto a las políticas económicas es alta", ha resumido la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, a la conclusión del primer encuentro de los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20, reunidos en Sudáfrica, añadiendo que los gobiernos de todo el mundo están cambiando las prioridades.
En el caso de EE.UU., la economista búlgara ha advertido de los "cambios de política significativos" en áreas como la política comercial, los impuestos, el gasto público, la inmigración y la desregulación, "con implicaciones para la economía estadounidense y el resto del mundo".
En este sentido, ha apuntado que los gobiernos de otros países "también están ajustando sus políticas" y ha avisado que los impactos combinados de los posibles cambios son complejos y aún difíciles de evaluar, "pero se verán más claramente en los próximos meses".
Al mismo tiempo, ha añadido que los riesgos también son divergentes y, si bien a corto plazo hay cierto potencial alcista en EE.UU., donde el sentimiento positivo podría impulsar la actividad, los riesgos generales son a la baja para la mayoría de las demás economías, incluido el riesgo de perturbaciones inducidas por las políticas en el proceso de desinflación o salidas de capitales de las economías emergentes.
PERSPECTIVAS ESTANCADAS.
A nivel global, la directora del FMI ha recordado que la institución proyecta un crecimiento mundial del 3,3% para 2025 y 2026, un ritmo de expansión muy por debajo del promedio histórico y en un contexto de altos niveles de deuda pública, mientras se amplían las divergencias entre un crecimiento más fuerte en EE.UU. y una recuperación algo más gradual en la UE.
De su lado, Georgieva ha asegurado que el proceso de desinflación mundial continúa en un contexto de enfriamiento gradual de los mercados laborales y la expectativa de que los precios de la energía sigan bajando, por lo que se proyecta que la inflación general continúe su trayectoria hacia las metas de los bancos centrales.
"Con las perspectivas de crecimiento estancadas en su nivel más bajo en décadas, la tarea central es diseñar políticas que proporcionen una base sólida para un crecimiento mayor y más duradero", ha reclamado la búlgara, que ha instado a preservar la estabilidad macroeconómica y financiera para permitir el crecimiento.
En este sentido, Georgieva ha apuntado que, en el plano fiscal, la mayoría de los países deben encauzar la deuda pública hacia una senda sostenible y reconstruir los amortiguadores fiscales, añadiendo que, si bien movilizar más ingresos internos es crucial en muchos países, es igualmente importante promover un gasto público más eficiente.
Ambos factores van de la mano para garantizar que los países tengan el margen fiscal necesario para hacer frente a futuros shocks y sentar las bases para un mayor crecimiento futuro, ha explicado.
Asimismo, ha considerado fundamental que los países adopten reformas ambiciosas para elevar la productividad y mejorar las perspectivas de crecimiento.
"En general esto exige un giro hacia políticas del lado de la oferta", ha defendido para referirse a la importancia de reducir la burocracia, aumentar la competencia y alentar el espíritu emprendedor, fortalecer los sistemas educativos, una regulación inteligente que pueda alentar la toma de riesgos y avances rápidos pero seguros en tecnologías que mejoren la productividad, como la inteligencia artificial.