Las fascinantes imágenes provenientes de las misiones espaciales de la NASA continúan sorprendiendo a entusiastas de la astronomía y curiosos por igual. Recientemente, el organismo estadounidense compartió fotografías asombrosas en su sitio web oficial que dejaron a todos boquiabiertos.
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Destacando una “mano fantasmagórica” y un enigmático rostro impreso en la atmósfera de Júpiter, las fotos nos recuerdan que el universo sigue siendo un misterio que los científicos exploran diariamente en busca de respuestas a las incógnitas que lo rodean, especialmente en relación con nuestro sistema solar y sus planetas.
El rostro sobre Júpiter y la “mano fantasmagórica” captadas por la NASA
La asombrosa odisea por el espacio de los telescopios de la NASA reveló recientemente una imagen inquietante que ha dado mucho de qué hablar, un rostro en la atmósfera de Júpiter. Este hallazgo se atribuyó a la misión Juno, que monitorea y analiza el planeta gigante y sus lunas circundantes desde 2016 con extremo detalle.
Las fotografías obtenidas por la sonda JunoCam mostraron remolinos de nubes y tormentas en las regiones septentrionales de Júpiter, formando un rostro que evoca la estética cubista de Pablo Picasso. El científico Vladimir Tarasov, encargado de procesar la información de la sonda espacial, destacó que las imágenes fueron capturadas a 7,700 kilómetros por encima de las cimas de las nubes del planeta.
La imagen ha revelado detalles extraordinarios gracias a la peculiar luz solar en esa ubicación. Estos descubrimientos subrayan la capacidad de la exploración espacial para desvelar maravillas cósmicas y despiertan la admiración por la vastedad y complejidad del universo que aún estamos aprendiendo a entender, así como la facilidad de los humanos para ver rostros en todos lados.
La nebulosa con forma de mano que ha fascinado a todo el mundo
El Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA determinó que esta nebulosa se originó hace 1500 años debido al colapso de una estrella que agotó su combustible nuclear. La tecnología espacial, similar a una máquina de rayos X para ver huesos humanos, reveló detalles sobre la distancia de la nebulosa MSH 15-52: aproximadamente 16,000 años luz de la Tierra.
Después del colapso estelar, se formó un denso remanente de neutrones que generaron pulsares, campos magnéticos giratorios. Estos pulsares emitieron material energizado que eventualmente dio forma a la nebulosa, sorprendentemente similar a una mano humana con cinco dedos, una palma y una muñeca.
