“Todavía lo amo”, fueron las palabras de Nancy Shore después de que sentenciaran a su esposo John Franklin Howard por haber pagado a sicarios para que la mataran.
El día del ataque, la mujer acababa de salir de la Primera Iglesia Bautista en Carrollton, Texas, donde era una creyente activa con su esposo y sus tres hijos. Según reseñó The Mirror, se dirigía a su casa sin darse cuenta de que estaba siguiendo seguida por un carro Nissan plateado. Eran alrededor de las 7:30 de la noche.
Para ese tiempo, su esposo, un profesional de la contaduría, se la pasaba viajando, él decía que era por asuntos de trabajo, así que ella se quedaba sola en su casa, ya que todos sus hijos se habían ido.
El suceso fue el 18 de agosto de 2012. Nancy salió de su vehículo con su bolso y la cena que había comprado. Fue a abrir el garaje cuando, de repente, sintió que la agarraron por el cuello. “¡Dame tu bolso!”, le gritó el joven, pero ella entró en pánico y en lugar de darle el bolso, le dio la bolsa con la cena.
El delincuente insistió pidiéndole el bolso. Lo tenía muy cerca, frente a ella, así que lo empujó poniéndole el bolso en el pecho y gritando “¡Jesús sálvame!”. Fue allí, cuando el agresor le disparó en la cara.
Nancy quedó sangrando en el piso con un dolor, que ahora describe como insoportable. El delincuente huyó corriendo, mientras ella luchaba por respirar. The Mirror dice que Nancy testificó que quedó inconsciente, pero que despertó después de unos minutos y escuchó que “Dios me habló y me dijo: ‘Levántate’, me dio fuerza física para levantarme”.
La mujer estaba sola en su vivienda. Su esposo se encontraba de viaje y sus hijos no vivían con ellos, así que se arrastró como pudo, se adentró en su casa y llamó a los números de emergencia. Luego, abrió la puerta para que los paramédicos pudieran entrar a su casa y se sentó en el sofá a esperar.
Trama descubierta
La bala que le propinaron a Nancy en la cabeza, pasó por su garganta y se alojó en su pulmón. Perdió un ojo. Sus hijos llamaron a su esposo Frank para darle la noticia, ellos contaron que el hombre lloraba por lo sucedido y fue rápido al hospital.
Las investigaciones determinaron que el ataque quiso hacerse ver cómo un robo, pero no fue así. De hecho, el atacante no se llevó el bolso, ni el dinero. Descubrieron que su esposo Frank contrató a un sicario para asesinarla, ya que tenía una vida oculta con otra mujer desde hace tres años.
Todos quedaron sorprendidos. Estaban casados desde 1983. Sus hijos aseguraron que siempre fue un hombre gentil.
Mientras que Nancy estaba en el hospital, su esposo la iba visitaba, también le confesó su adulterio. El citado medio notificó que lo arrestaron y lo sentenciaron a cadena perpetua con una pena mínima de 30 años antes de que se pueda considerar su libertad condicional.
Nancy se divorció de él antes del juicio. No obstante, ella misma dijo que si lo hubieran absuelto, hubiese regresado con él y se volvería a casar.
“Es porque todavía lo amaba en ese momento… y sabes que tengo que decir que todavía lo amo, no en un amor romántico, sino en un amor que él es el padre de mis hijos, y siempre habrá un amor… Lo he perdonado… La Biblia dice que si no perdonamos a quienes nos han hecho daño entonces no podremos ser perdonados y yo no podía darme el lujo de no perdonarlo porque no podía vivir con amargura”, dijo la mujer, según se lee en The Mirror.