Atlético Mineiro-Botafogo extienden la supremacía de Brasil en la Copa Libertadores

BUENOS AIRES (AP) — Botafogo, cuna de la leyenda Mané Garrincha y acostumbrado a estar a la sombra de otros equipos más famosos del fútbol carioca, buscará dar el golpe en la mesa de los notables de Sudamérica cuando se enfrente al Atlético Mineiro el sábado en una final de la Copa Libertadores con acento brasileño.

Los finalistas de esta edición bien pueden considerarse de la segunda línea del fútbol brasileño teniendo en cuenta su palmarés internacional más modesto comparado con Santos, Palmeiras, Flamengo o Sao Paulo. Tras dejar en el camino a varios candidatos de la actual edición, les tocará extender la hegemonía que ejerce Brasil en el torneo continental desde 2019.

El duelo por el título se disputará en el estadio Monumental de Buenos Aires, donde hace de local la campeona mundial Argentina de Lionel Messi. Si bien no estará colmado, los 60.000 boletos vendidos hasta el momento auguran que la final será la más concurrida por hinchas brasileños fuera de su país desde que la CONMEBOL adoptó la definición en partido único hace cinco años.

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Docenas de buses partieron desde Río de Janeiro, Belo Horizonte y otras ciudades de Brasil hacia la capital argentina el miércoles.

DEL DESCENSO A LA CONQUISTA DE SUDAMÉRICA

Será la primera final de Copa Libertadores para Botafogo en su historia centenaria. Es el club donde surgió el bicampeón del mundo Garrincha y cuenta con la cuarta hinchada más numerosa de Río de Janeiro.

Descendió de categoría en 2020 y resurgió de las cenizas con el aporte del controvertido magnate estadunidense John Textor, parte de la ola de inversores extranjeros que desembarcaron en Brasil tras la sanción de la ley que habilitó las sociedades anónimas deportivas en 2021.

Textor, también propietario del Olympique de Lyon, equipo sancionado en Francia por deudas, invirtió fuerte en fichajes estelares como el mediocampista argentino campeón del mundo Thiago Almada, por 25 millones de dólares, y el extremo Luiz Henrique a cambio de 21 millones de dólares. También incorporó jugadores decisivos sin pagar por sus transferencias, como su delantero Igor Jesús, que vino del fútbol de los Emiratos Árabes en julio y ya fue convocado a la selección de Brasil.

Botafogo se repuso de la baja por lesión de Junior Santos, máximo artillero de la Libertadores con nueve tantos que sufrió una grave lesión antes de los octavos de final.

Otra figura es el mediocampista venezolano Jefferson Savarino, quien anotó un gol y dio una asistencia en el triunfo 3-1 ante Palmeiras el martes, que le permitió al ‘Fogao’ recuperar el liderato del Brasileirao y llegar con el ánimo por las nubes a su cita en Buenos Aires. Botafogo encabeza las posiciones con 73 puntos, tres más que el Palmeiras a falta de dos partidos para el final.

Inició la travesía continental en fase de repechaje, se clasificó segundo de su zona y en las rondas de eliminación directa dejó en el camino a rivales con más cartel, como Palmeiras, Sao Paulo y Peñarol.

El aspecto mental posiblemente sea su punto débil, ya que no es un club acostumbrado a ganar títulos y ya pagó por esa falta de experiencia cuando perdió el campeonato brasileño de 2023 a manos del Palmeiras después de llevar una ventaja de 13 puntos en la tabla.

“No estoy bajo ninguna presión, lo confieso. Estoy viviendo una aventura que ha sido extraordinaria”, declaró su entrenador portugués Arthur Jorge, quien llegó al club en abril y busca emular a sus compatriotas Jorge Jesús (campeón con Flamengo en 2019) y Abel Ferreira ( bicampeón con Palmeiras en 2020 y 2021).

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“Entiendo la ansiedad de la afición, que lleva muchos años esperando ganar un título. Pero la presión aún no puede aliviarse. Tenemos un trofeo por el que competir el sábado, una Libertadores, algo inédito para nuestro club”.

LA INFLUENCIA DE GUARDIOLA Y GOLES CON CANAS

Para Mineiro será su segunda final de Libertadores tras la coronación en 2013, que ganó de manera dramática en tanda de penales contra Olimpia de Paraguay, con Ronaldinho como su principal estrella.

El padre de la criatura en esta ocasión es el técnico argentino Gabriel Milito, quien busca imprimirle a sus equipos el mismo espíritu ofensivo que cultivó en sus años de defensor del Barcelona bajo el mando de Pep Guardiola, aunque con la dosis de pragmatismo que se requiere para llegar lejos en un torneo tan exigente como la Libertadores.

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“Vamos a Buenos Aires con la fe y la convicción de que venceremos”, declaró Milito en portugués antes de emprender viaje a la capital argentina. “Tenemos que jugar la final con mucho coraje, con mucha confianza. Sabemos que tenemos que neutralizar muy bien su juego ofensivo y también tenemos que generar peligro a través del nuestro”.

En un equipo que combina varios talentos sudamericanos, la sabiduría la aporta el veterano delantero Hulk, de 38 años, vital como pivote para la estrategia ofensiva del Mineiro que lidera Paulinho —a préstamo del Bayer Leverkusen. El fornido Hulk lleva cuatro asistencias en la presente edición.

También administrado con fondos privados, el “Galo” se reforzó esta temporada con dos futbolistas con experiencia probada en el certamen continental: el mediocampista Gustavo Scarpa y el centrodelantero Deyverson, ambos campeones con Palmeiras en 2021.

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Los argentinos Renzo Saravia, Fausto Vera y Rodrigo Battaglia, el paraguayo Junior Alonso, el uruguayo Mauricio Lemas, el ecuatoriano Alan Franco, el colombiano Braian Palacios y el chileno Eduardo Vargas completan su plantel.

Tras superar la fase de grupos sin sobresaltos, Mineiro dejó en el camino al último campeón Fluminense en cuartos de final y luego al pentacampeón River Plate, que anhelaba definir el trofeo en su estadio.

Sin embargo, esa definición marcó un punto de quiebre en la marcha ganadora del equipo de Belo Horizonte: desde entonces suma diez partidos sin ganar. En su última actuación antes de la final, perdió con suplentes 3-2 ante Juventude por el Brasileirao y quedó en la décima posición con 44 puntos.

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“Tengan confianza”, les pidió Milito a los hinchas tras el traspié. “Lucharemos, jugaremos, competiremos y soñaremos con volver a Belo Horizonte con la copa”.

Si cumple con su palabra, será el primer entrenador argentino en ganar la Libertadores con un equipo brasileño.

BONUS TRACK

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La final será dirigida por el árbitro argentino Facundo Tello.

En caso de empate tras el tiempo reglamentario, se jugará tiempo extra y de persistir a igualdad el trofeo se definirá por tiros de penales.

El campeón se alzará con un premio de 23 millones de dólares y jugará la Copa Intercontinental 2024, seguido por el Mundial de Clubes de Estados Unidos y la Recopa Sudamericana en 2025.

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Será la vigésima cuarta Libertadores ganada por brasileños, una menos que los campeones de Argentina.

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Los corresponsales Mauricio Savarese en São Paulo y Marcelo Androetto en Buenos Aires contribuyeron con este reporte.

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