ANCHORAGE, Alaska (AP) — La avioneta se detuvo en una pista cubierta de nieve en un remoto pueblo del oeste de Alaska, no muy lejos del lugar donde otro avión se estrelló, provocando la muerte de las 10 personas que iban a bordo. Al descender, el piloto fue recibido por docenas de residentes vestidos con abrigos impermeables; algunos lo abrazaban o llevaban grandes corazones recortados de cartón.
Fue una escena conmovedora que destaca la enorme importancia del servicio aéreo en las comunidades rurales de Alaska, como Golovin, un poblado esquimal inupiat de unos 160 habitantes al sur del Círculo Ártico. Generalmente, no hay carreteras ni ferrocarriles que trasladen a las personas a comunidades más grandes para realizar funciones esenciales y cotidianas, como reuniones de trabajo o citas médicas.
Varias de las personas que iban en el avión de pasajeros que se estrelló el jueves viajaban por razones similares: trabajo, dar servicio a una planta de agua, asesorar a maestros, recibir atención médica.
“Como en cualquier otra tragedia, nuestra región se une y nuestros residentes, aquí en Golovin, querían mostrar a Bering Air que nos importan y que los apoyamos 100%”, dijo Irene Navarro, que ha vivido ahí toda su vida. “Queremos que sepan que estamos con ellos en el proceso de sanación y simplemente mostrarles nuestro amor y hacerles saber que no están solos”.
El monomotor turbohélice de Bering Air viajaba de Unalakleet al centro comunitario de Nome, una distancia de unos 240 kilómetros (150 millas) cuando desapareció el jueves por la tarde. Fue hallado al día siguiente en un témpano de hielo en Norton Sound, al suroeste de Nome, tras una extensa búsqueda.
Aún se investiga la causa del accidente. Los nueve pasajeros y el piloto murieron, lo que lo convierte en uno de los accidentes aéreos más letales en el estado en 25 años.
Entre los pasajeros estaban Rhone Baumgartner, de 46 años, y Kameron Hartvigson, de 41. Habían viajado a Unalakleet para dar servicio a un sistema de recuperación de calor, que es fundamental para la planta de agua de la comunidad, dijo su empleador, el Consorcio de Salud Tribal Nativo de Alaska.
Talaluk Katchatag, de 34 años, viajaba para recibir atención médica, dijo su familia.
Carol Mooers, de 48 años, consejera escolar en Unalakleet, volaba para recoger a estudiantes para visitar universidades en Anchorage y Juneau, según una recaudación de fondos en línea publicada por su familia.
“Era una piedra angular de nuestras operaciones”, dijo la Escuela de Unalakleet en una publicación en redes sociales. “No hay suficientes palabras para expresar la magnitud de la pérdida u honrar sus muchas contribuciones a la Manada de Lobos”, dijo, aludiendo a la mascota de la institución.
Liane Ryan, de Wasilla, que fue maestra en el centro-sur de Alaska durante 27 años, formaba parte de un programa de mentoría para maestros que brindaba ayuda en Unalakleet.
En redes sociales, la Escuela Secundaria Redington Junior/Senior, donde enseñaba, la recordó como un “pilar de alegría, positividad y aliento”.
“Cada día, traía una sonrisa radiante y amorosa a su aula, los pasillos y la cancha de voleibol en Redington; su influencia se mantendrá para siempre en los estudiantes, atletas y colegas con quienes trabajó”, se lee en la publicación.
Alaska es tan vasto que un sello postal colocado en el medio de una hoja de papel promedio representa el área que una persona puede alcanzar por barco, vehículo o tren. Hay un número limitado de carreteras fuera del corredor poblacional del estado, un tramo de 224 kilómetros (360 millas) de Anchorage a Fairbanks, lo que deja aisladas a aproximadamente 80% de las comunidades de Alaska.
Volar no es un lujo para muchos residentes, sino su única forma de conectarse con el mundo exterior, dijo Dylan Blankenship, portavoz del departamento de transporte del estado.
Eso hace que el viaje aéreo sea esencialmente la única manera de obtener elementos esenciales, como pañales, leche y comestibles. En muchos casos, es la única forma en que las personas pueden hacer citas o que los equipos deportivos de secundaria puedan jugar partidos fuera de casa.
___
Bohrer informó desde Juneau, Alaska. Gene Johnson en Seattle contribuyó a este despacho.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.