Honduras celebra primarias mientras crece la frustración de los votantes por la seguridad y economía

TEGUCIGALPA (AP) — Los hondureños eligen el domingo a los candidatos de los tres partidos principales para competir en las elecciones presidenciales de noviembre en un país que sigue profundamente polarizado y que se muestra escéptico ante los líderes de izquierda y derecha que no han logrado mejorar la seguridad y la economía.

La elección, en la que se escogerán también los aspirantes al Congreso, el Parlamento Centroamericano, las alcaldías y otros puestos locales, se produce en un momento en que la presidenta Xiomara Castro —la primera mujer líder de Honduras— del partido izquierdista LIBRE tiene una relación tensa con Estados Unidos.

Castro había planteado la posibilidad de poner fin al acceso de Estados Unidos a una base aérea que el ejército estadounidense utiliza para operaciones regionales y dijo que se retiraría del tratado de extradición que envió a su predecesor a Estados Unidos por cargos de tráfico de drogas, antes de dar marcha atrás. Su propia familia ha sido señalada por acusaciones de presuntos nexos con narcotraficantes.

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El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dejó notablemente a Honduras fuera de su itinerario cuando realizó su primer viaje al extranjero a América Central el mes pasado desde que asumió el cargo.

La actual ministra de Defensa de Castro, Rixi Moncada, aspira a ganar la candidatura con el respaldo de la mandataria. Pero el rechazo de Moncada a renunciar a su cargo para postularse a los próximos comicios ha sido criticado, en parte porque el ejército está encargado de custodiar las papeletas.

La ex primera dama Ana García ofrece la posibilidad de un regreso al pasado reciente mientras busca la nominación del Partido Nacional de Honduras. Su esposo, el expresidente Juan Orlando Hernández, pertenece al partido.

Hernández está cumpliendo una condena de 45 años de prisión en Estados Unidos por tráfico de drogas. En su acto de cierre de campaña, reprodujo una grabación de audio de su esposo diciendo que “votar por Ana, es votar por mí, es votar por una vida mejor”.

El conservador Partido Liberal de Honduras presenta un enfrentamiento entre dos personas que alguna vez apoyaron a Castro, pero se convirtieron en opositores.

Uno de ellos, Salvador Nasralla, ayudó a Castro a ganar la presidencia en las elecciones de 2021 al poner fin a su candidatura independiente para unirse a su coalición. Se desempeñó como vicepresidente, antes de dejar la administración, diciendo que había sido marginado.

El otro es Jorge Cálix, un joven abogado y político, que alguna vez fue miembro de LIBRE, pero se fue después de que Castro no apoyó su intento de liderar el Congreso.

Nasralla ha expresado admiración por el presidente libertario de Argentina, Javier Milei, mientras que Cálix dice que quiere emular las políticas de seguridad de mano dura del popular presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

“Si un millenial lo hizo en El Salvador, ¿por qué aquí no lo puede hacer otro millenial, como yo”, ha dicho Cálix.

En total, 10 candidatos competirán por las nominaciones de los tres partidos.

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Once partidos más pequeños elegirán a sus candidatos a través de sus propios procesos internos en otros momentos. Aproximadamente 5,8 millones de hondureños están habilitados para votar.

La participación en las primarias abiertas ha sido históricamente baja debido en gran parte al temor de que ser identificado con un partido podría limitar las posibilidades de empleo si el candidato de otro partido gana en noviembre.

El analista político Miguel Cálix dijo que espera que las primarias sean transparentes y sin problemas, pero eso no siempre ha sido así.

“Hay graves riesgos de que vuelva a haber quejas de irregularidades y lo más importante si los precandidatos, convertidos en candidatos, llegan cubiertos de la legitimidad que uno espera”, señaló.

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Los hondureños buscan propuestas claras en materia de seguridad, empleo, corrupción y un sistema de salud vacilante.

Los bajos niveles de inversión extranjera en los últimos años han alimentado el alto desempleo, que sigue empujando a los hondureños a migrar en busca de oportunidades.

La violencia persistente es otro factor que empuja a los hondureños a abandonar sus hogares. Las pandillas callejeras dirigen redes de extorsión a través del miedo, y los narcotraficantes se aprovechan de la ubicación geográfica de Honduras para sacar provecho de las drogas que se desplazan hacia el norte, rumbo a Estados Unidos.

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El analista político Luis León dijo que las primarias son tan importantes como las elecciones generales, porque si los partidos no presentan a sus mejores candidatos, los votantes tendrán malas opciones en noviembre.

“De ellas (primarias) saldrán tres candidatos a la presidencia y uno de ellos es el potencial presidente de la república", indicó. "Es por eso que de las primarias tiene que salir el mejor hombre o la mejor mujer que tenga un plan de cómo resolver los problemas del país”.

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