Riesgo de “estanflación” pone a Reserva Federal en situación complicada en reunión de esta semana

WASHINGTON (AP) — Cuando los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) se reunieron por última vez a finales de enero, la situación pintaba bastante bien: la contratación era sólida, la economía había crecido a un ritmo firme en el último trimestre del año pasado y la inflación, aunque persistente, había caído drásticamente desde su pico de hace más de dos años.

Qué diferencia marcan siete semanas.

En un momento en que la Fed se prepara para reunirse el martes y miércoles, el banco central y su presidente Jerome Powell se encaminan a una situación potencialmente mucho más difícil. La inflación mejoró el mes pasado, pero todavía es alta —y los aranceles podrían elevarla más. Al mismo tiempo, las continuas amenazas arancelarias, así como los fuertes recortes al gasto público y al empleo, han hundido la confianza de los consumidores y de las empresas, lo que podría pesar en la economía e incluso impulsar el desempleo al alza.

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A la combinación tóxica de una inflación aún alta y una economía débil o estancada se le llama con frecuencia “estanflación”, un término que atormenta a los banqueros centrales. Es lo que aquejó a Estados Unidos en la década de 1970, cuando ni siquiera las recesiones profundas lograron eliminar la inflación.

Si la estanflación llegara a surgir, será un desafío para la Fed, ya que, por lo general, sus funcionarios suben las tasas —o las mantienen altas— para combatir la inflación. No obstante, si el desempleo también aumenta, la Fed normalmente baja las tasas para reducir el costo del crédito y estimular el crecimiento.

Aún no está claro si la economía caerá en una estanflación. Por ahora, al igual que las empresas y los consumidores, la Fed enfrenta una enorme incertidumbre en torno a las perspectivas económicas. Pero incluso una versión moderada —si el desempleo aumenta desde su bajo nivel actual del 4,1%, mientras la inflación se mantiene por encima del objetivo del 2% de la Fed— será un desafío para el banco central.

“Esa es la maraña en que están metidos”, dijo Esther George, expresidenta del Banco de la Reserva Federal de Kansas City. “Por un lado, tienes una inflación persistente. Al mismo tiempo, tratas de analizar el impacto que esto podría tener en el mercado laboral si el crecimiento comienza a desacelerarse. Así que es un escenario difícil para ellos, sin duda”.

Es casi seguro que los funcionarios de la Fed mantendrán sin cambios su tasa clave en su reunión de esta semana. Una vez que la reunión concluya el miércoles, publicarán sus últimas proyecciones económicas trimestrales, que probablemente mostrarán que esperan recortar su tasa dos veces este año —lo mismo que proyectaron en diciembre.

La Fed implementó tres recortes el año pasado y luego señaló en la reunión de enero que estaban mayoritariamente en pausa hasta que las perspectivas económicas fueran más claras.

Los inversores de Wall Street esperan tres reducciones de tasas este año, en junio, septiembre y diciembre, según los precios de futuros que rastrea la herramienta FedWatch del grupo CME, un mercado de derivados, en parte porque les preocupa que una desaceleración económica obligue a más reducciones.

Un hecho que probablemente inquietará a los funcionarios de la Fed es el fuerte aumento en las expectativas de inflación este mes, según la encuesta de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan. Mostró el mayor aumento en las expectativas de inflación a largo plazo desde 1993.

Tales expectativas —que básicamente miden si los estadounidenses temen que la inflación empeore— son importantes porque pueden convertirse en una profecía autocumplida. Si las empresas y los consumidores prevén mayores costos, podrían tomar medidas que impulsen la inflación, como exigir salarios más altos, lo que a su vez puede obligar a las empresas a subir los precios para compensar costos laborales más elevados.

Algunos economistas advierten que la encuesta de la Universidad de Michigan es preliminar y, por ahora, se basa en sólo unas 400 respuestas. (La versión final, que se publicará hacia finales de este mes, generalmente incluye alrededor de 800). Y las mediciones del mercado financiero sobre las expectativas de inflación, con base en los precios de los bonos, han disminuido sorprendentemente en las últimas semanas.

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Las lecturas sobre inflación más recientes han sido dispares. El índice de precios al consumidor bajó la semana pasada por primera vez en cinco meses, del 3% al 2,8%, un cambio alentador. Pero el indicador de precios preferido por la Fed, que se publicará más adelante este mes, probablemente se mantendrá sin cambios.

El aumento repentino de las expectativas de inflación es también un problema para la Fed, ya que sus funcionarios, incluido Powell, han dicho que están dispuestos a permitir que la inflación regrese gradualmente a su objetivo del 2% en 2027, dado que las expectativas, en general, han sido bajas. Si otros indicadores muestran que las preocupaciones por la inflación aumentan, la Fed podría verse sometida a mayor presión para reducir la inflación más rápidamente.

“Sí me preocupo cuando veo que las expectativas de los consumidores van en la dirección opuesta”, dijo George. “Creo que definitivamente se tiene que estar atento a eso”.

La última vez que el presidente Donald Trump impuso aranceles —en 2018 y 2019—, la inflación general no aumentó mucho en parte porque no eran tan amplios como los que propone actualmente, y algunos impuestos a las importaciones, como sobre el acero y el aluminio, fueron diluidos con lagunas legales. Pero ahora que los estadounidenses han vivido un doloroso episodio inflacionario, es probable que se muestren más nerviosos ante precios que aumentan.

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Powell se refirió a estas preocupaciones en declaraciones a principios de este mes. Expuso que los aranceles podrían tener un impacto en los precios una sola vez, sin provocar una inflación persistente. Pero eso podría cambiar “si se convierten en una serie” de aumentos arancelarios, dijo el 7 de marzo, o “si los aumentos son mayores, eso importaría”.

“Lo que realmente importa es lo que está sucediendo con las expectativas de inflación a largo plazo”, agregó Powell.

Una semana después de sus comentarios, esas expectativas se dispararon en la encuesta de la Universidad de Michigan.

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