A casi tres años desde que el presidente Vladímir Putin invadiera Ucrania, sus tropas han logrado avances constantes en el campo de batalla. Kiev enfrenta problemas con la escasez de efectivos y armas. Y el nuevo presidente estadounidense podría suspender pronto el enorme suministro de ayuda militar a Ucrania.
Putin está más cerca que nunca de lograr su objetivo en el país, asolado por la guerra, y tiene pocos incentivos para sentarse a negociar sin importar cuánto el presidente estadounidense, Donald Trump, pueda persuadirlo o amenazarlo, según expertos rusos y occidentales entrevistados por The Associated Press.
Ambos hablan de los diálogos sobre Ucrania, por teléfono o en persona, usando halagos y amenazas.
Putin dijo que Trump era “inteligente y pragmático”, e incluso repitió las falsas afirmaciones del republicano de haber ganado las elecciones de 2020. La jugada inicial de Trump fue llamar a Putin “inteligente” y amenazar a Rusia con aranceles y recortes en los precios del petróleo, lo cual el Kremlin ignoró.
Durante la campaña presidencial, Trump se jactó de que podría terminar la guerra en 24 horas, lo que luego se convirtió en seis meses. Ha indicado que Estados Unidos sostiene conversaciones con Rusia sobre Ucrania sin la participación de Kiev, diciendo que su administración ya había tenido diálogos “muy serios”.
Indicó que él y Putin podrían realizar pronto una acción “significativa” para terminar la guerra, en la que Rusia sufre numerosas bajas diariamente, mientras su economía se ve afectada por severas sanciones occidentales, inflación y una grave escasez de mano de obra.
Pero la economía no ha colapsado, y Putin ha desatado la represión más dura contra la disidencia desde la era soviética, por lo que no enfrenta ninguna presión interna para terminar la guerra.
“En Occidente, surgió la idea de que, para Putin, es importante llegar a un acuerdo y terminar las cosas. No es así”, dijo Fyodor Lukyanov, quien organizó un foro con Putin en noviembre y dirige el Consejo de Políticas Exteriores y de Defensa de Moscú.
Conversaciones sobre Ucrania sin Ucrania
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, dice que Putin desea tratar directamente con Trump, excluyendo a Kiev. Esto va en contra de la postura del gobierno del expresidente Joe Biden que hizo eco del llamado de Zelenskyy de “Nada sobre Ucrania sin Ucrania”.
“No podemos permitir que alguien decida por nosotros”, le dijo Zelenskyy a la AP, y agregó que Rusia quiere la “destrucción de la libertad y la independencia ucranianas”.
Sugirió que cualquier acuerdo de paz de este tipo enviaría a los líderes autoritarios de China, Corea del Norte e Irán la peligrosa señal de que el aventurerismo rinde buenos frutos.
Putin parece esperar que Trump socave la resolución europea sobre Ucrania. Comparando a los líderes europeos con los perros falderos de Trump, dijo el domingo que pronto estarán “sentados obedientemente a los pies de su amo y moviendo dulcemente la cola” mientras el mandatario estadounidense pone orden rápidamente con su “carácter y persistencia”.
Trump se jacta de su habilidad para hacer tratos, pero Putin no cederá fácilmente las que considera las tierras ancestrales de Rusia en Ucrania ni perderá la oportunidad de castigar a Occidente y socavar sus alianzas y su seguridad al obligar a Kiev a adoptar una política de neutralidad.
Es posible que Trump desee dejar un legado como pacificador, pero “la historia no lo verá con buenos ojos si es el hombre que entrega todo esto”, dijo Sir Kim Darroch, embajador británico en Estados Unidos de 2016 a 2019. La ex portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, dijo que un acuerdo que favorezca a Moscú enviaría un mensaje de “debilidad estadounidense”.
Ecos de Helsinki
La reunión más reciente entre Trump y Putin ocurrió en Helsinki en 2018, cuando había un “respeto mutuo” entre ambos, dijo el expresidente finlandés Sauli Niinistö, anfitrión de la cumbre. Pero ellos “no son muy similares”, agregó, pues Putin es un pensador “sistemático” mientras que Trump actúa como un empresario y toma decisiones “rápidas”.
Esto podría provocar un choque, porque Trump quiere una resolución rápida de la guerra, mientras que Putin busca un proceso más lento que fortalezca su posición militar y debilite a Kiev y la voluntad política de Occidente.
Zelenskyy dijo a la AP que Putin “no quiere negociar. Lo saboteará”. De hecho, el mandatario ruso ya ha planteado obstáculos, como barreras legales, y afirmó que Zelenskyy ha perdido su legitimidad como presidente.
Putin espera que Trump se “aburra” o se distraiga con otro asunto, dijo Boris Bondarev, un exdiplomático ruso en Ginebra que renunció a su puesto tras la invasión.
Fue en el primer mandato de Trump cuando Putin se dio cuenta de que tales reuniones lograban poco, indicaron los expertos rusos.
Una de ellas constituyó una victoria de relaciones públicas para Moscú en Helsinki, donde Trump se puso del lado de Putin en lugar de apoyar a sus propias agencias de inteligencia sobre si Rusia había interferido en las elecciones de 2016. Otra fue en Singapur en 2019 con el líder norcoreano Kim Jong Un, cuando no logró alcanzar un acuerdo para detener el programa nuclear de Pyongyang.
Conversaciones de paz anteriores
El Kremlin dijo el año pasado que un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, negociado en Estambul al principio del conflicto, el cual fue rechazado por Kiev, podría ser la base para las conversaciones.
En dicho acuerdo se exigía la neutralidad de Ucrania, se estipulaba que la OTAN le negara la membresía, se ponían límites a las fuerzas armadas de Kiev y se retrasaban las conversaciones sobre el estatus de cuatro regiones ocupadas por Rusia que Moscú luego anexó ilegalmente. Moscú también desestimó las demandas de retirar sus tropas, pagar compensaciones a Ucrania y enfrentar un tribunal internacional por sus acciones.
Putin no ha dado indicios de ceder, pero afirmó que “si hay un deseo de negociar y llegar a un acuerdo de solución, que cualquiera lleve a cabo estas negociaciones”.
“El compromiso no es lo mismo que negociar”, dijo Sir Laurie Bristow, embajador británico en Rusia de 2016 a 2020, y describió la estrategia de Rusia como “lo mío es mío. Y lo tuyo está en negociación”.
Bondarev también dijo que Putin ve las negociaciones solo como un vehículo “para conseguir lo que quiere”, y añadió que es “asombroso” que los líderes occidentales aún no entiendan las tácticas del Kremlin.
Eso significa que Putin probablemente recibirá con beneplácito cualquier reunión con Trump, ya que promovería a Rusia como una fuerza global y daría una buena imagen en el país, pero ofrecerá poco a cambio.
Lo que Trump puede y no puede hacer
Trump dijo que Zelenskyy debió haber llegado a un acuerdo con Putin para evitar la guerra, y añadió que no habría permitido que el conflicto comenzara si él hubiera estado en la presidencia.
Trump ha amenazado a Rusia con más aranceles, sanciones y recortes en los precios del petróleo, pero no hay una “arma infalible” económica que pueda terminar la guerra, dijo Richard Connolly, un experto militar y económico ruso del Instituto Real de Servicios Unidos de Londres.
Y el Kremlin desestima las amenazas, probablemente porque Occidente ya ha sancionado fuertemente a Rusia.
Trump tampoco puede garantizar que Ucrania nunca se unirá a la OTAN, ni levantar todas las sanciones occidentales, ni obligar fácilmente a Europa a reanudar la importación de energía rusa ni conseguir que la Corte Penal Internacional retire su orden de arresto por crímenes de guerra contra Putin.
En el Foro Económico Mundial de Davos, Trump dijo que quiere que la alianza OPEP+ y Arabia Saudí recorten los precios del petróleo para presionar a Putin a poner fin a la guerra. El Kremlin dijo que eso no funcionará porque la guerra tiene que ver con la seguridad rusa, no con el precio del petróleo. Ello también perjudicaría a los productores de petróleo de Estados Unidos.
“Entre Putin y los productores de petróleo locales, estoy bastante seguro de a quién elegiría Trump”, dijo Alexandra Prokopenko, miembro del Centro Carnegie Rusia Eurasia en Berlín.
Trump podría presionar a Rusia apoyando a la industria petrolera de Estados Unidos con subsidios y el retiro de los aranceles comerciales de 10% impuestos a China a cambio de que Beijing limite sus lazos económicos con Moscú, lo que podría dejarlo “verdaderamente aislado”, señaló Connolly.
Europa también podría subrayar su compromiso con Kiev, y ganarse el favor de Trump, si adquiere equipo militar estadounidense para dárselo a Ucrania, dijo Lord Peter Ricketts, ex asesor de seguridad nacional del Reino Unido.
Lukyanov indinuó que los aliados de Trump a menudo parecen tenerle miedo y se derrumban bajo sus amenazas.
La “gran pregunta”, dijo, es qué sucederá cuando Putin no actúe así.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.