AMP. Rubiales le pidió "un besito" a Hermoso y esta le dijo "vale": "Es algo totalmente espontáneo"

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales ha asegurado este martes en su declaración ante el juez que le pidió "un besito" a la jugadora Jennifer Hermoso y que ésta le dio permiso, justificándose en que fue "como dar un abrazo" y "algo totalmente espontáneo" y recalcando que debería "haber tenido la sangre más fría y haber estado en un papel más institucional", aunque "para nada" cree que cometiese "un delito".

Así se ha expresado durante su interrogatorio como acusado en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional, y por el que se enfrenta a una petición de dos años y seis meses de cárcel por los delitos de agresión sexual y coacciones.

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"Yo le dije 'oye, olvida ya el penalti, somos campeonas, esto es también gracias a ti. Sin ti no lo hubiéramos podido conseguir'. Ella me apretó muy fuerte debajo de las axilas, me levantó y al caer pues le pregunté 'puedo darte un besito' y me dijo 'vale'. Eso es lo que ocurrió", ha afirmado.

A preguntas de la Fiscalía, Rubiales ha quitado importancia al beso sosteniendo que incluso en fechas señaladas como "en fin de año" también da besos en la boca a sus dos hijas. "Si usted ve algunas celebraciones, desde luego no se puede comparar lo que ha ganado un Mundial con una UEFA National League, pero yo me comía besos a un montón de futbolistas", ha añadido.

Según su versión, todo ocurrió de forma coordinada. "Fue simultánea la pregunta, la respuesta y posteriormente vino el beso", ha explicado. En ese punto, la fiscal Marta Durántez le ha preguntado "para qué le agarró la cabeza". "Es como dar un abrazo. Es que en ese momento es algo totalmente espontáneo. Como ella también declaró inmediatamente después del partido", ha apostillado.

Sobre ese instante en el que el expresidente de la RFEF agarró a la jugadora por la cabeza, la abogada de Rubiales, Olga Tubau, ha querido profundizar y ha preguntado en su turno a su cliente si la agarró de esa forma con el fin de que no se pudiera zafar del beso. Rubiales ha sido taxativo al responder que "para nada", y que sólo fue "una cuestión afectiva y de cariño".

Tubau también ha querido saber si aprovechó el momento de euforia colectiva para "satisfacer su deseo sexual", y Rubiales lo ha negado --"jamás"-- y ha añadido, por otro lado, que tras el beso no percibió por parte de Hermoso una actitud de rechazo. "Al contrario, se fue riendo y dándome palmaditas en los costados", ha recordado.

"ME APRETÓ FUERTE DE LAS AXILAS"

Sobre ese momento concreto del beso, y en respuesta a la fiscal, Rubiales ha recordado que fue la jugadora quien le "apretó muy fuerte debajo de las axilas" y le levantó: "Al caer le pregunté si puedo darte un besito y me dijo vale, eso es lo que ocurrió". La fiscal le ha preguntado si no fue más bien él quien se subió sobre ella y Rubiales ha respondido que "para nada" y que las imágenes muestran cómo fue.

"Para que pegue un salto (yo), primero tengo que inclinar las rodillas hacia abajo para de alguna manera rebotar hacia arriba. Mis rodillas, mis pies se levantan y únicamente las encojo para no caerme y balancearme, por lo tanto (...) es una ley física saber que para impulsarse primero hay que hacer un pequeño gesto hacia abajo en cualquier salto", ha incidido.

Y ha matizado que tal y como describen las imágenes visionadas en el juicio, "se ve que es justo lo contrario". Ante la insistencia de la fiscal de que él fue quien saltó sobre la jugadora, Rubiales ha apuntado que esa era "su opinión", pero que "lo que pasó" es lo que ha contado.

PIQUITO O BESITO

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Tras esto, Durántez ha preguntado si le pidió un besito o un piquito, y Rubiales ha resaltado que si bien en un primer momento no lo recordaba, ahora ve que "es evidente" que lo que dijo es "un besito". Tras exponerle la fiscal que esto contradecía lo que declaró en instrucción, Rubiales ha quitado peso a ese matiz señalando que ambas palabras son "sinónimas".

Tras esto, Durántez ha insistido en si realmente obtuvo el consentimiento de Hermoso para el beso en la boca: "Totalmente seguro". "Y además, aquí me gustaría añadir algo, cuando tiene lugar una ceremonia de imposición de medallas y de trofeos, no hay música. Aquí se ha dicho que había mucho estruendo porque había música. La música llega cuando se entrega la copa, con el 'We Are The Champions'", ha reseñado insinuando que Hermoso pudo escuchar su propuesta.

Y sobre si era habitual que diera besos en la boca a otras personas, ha resaltado que "no se ha ganado un Mundial todos los días" y que era "evidente que la normalidad no puede aplicarse a un hecho totalmente extraordinario".

"ME EQUIVOQUÉ"

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Después de recordarle que existía un protocolo del Consejo Superior de Deportes (CSD)contra el acoso, Rubiales ha indicado que la RFEF lo implantó con premura antes del Mundial, y ha aceptado que se equivocó al propinarle el beso. "Yo me equivoqué, porque yo estoy en una posición como presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y metí la pata", ha subrayado.

"A estas alturas, es una obviedad que desde el primer momento reconocí que me he equivocado, yo me comporté como un deportista que consigue un éxito como uno más del grupo, y en ese momento tenía que haber tenido la sangre más fría y haber estado en un papel más institucional, pero de ahí a que haya un delito, como usted dice, eso para nada", ha añadido.

Con todo, a preguntas de las acusaciones ha negado que siendo presidente fuera superior jerárquico de las jugadoras dado que ellas eran convocadas por el seleccionador y en sus decisiones él no podía entrar.

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"Las jugadoras no son trabajadoras --de la RFEF--. Vienen convocadas y en ese periodo ejerzo una función institucional, su jefe deportivo es el seleccionador", ha explicado a la letrada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

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